Navidad tiene distintas tradiciones que se realizan en familia, como lo es la colocación del nacimiento. Este tiene la intención de ejemplificar la llegada de Jesús y para decorarlo se utilizan elementos de la naturaleza, entre ellos, el musgo y heno.
Aunque parezca inofensivo, poner musgo y heno en el nacimiento tiene un impacto negativo en los ecosistemas y en el medio ambiente. Al respecto, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) ha enlistado las razones por las que dicha práctica es ilegal.
Durante esta temporada es posible encontrar musgo y heno en mercados, debido a que se venden como decoración navideña. Por lo general, se coloca a manera de base para las figuras que componen el nacimiento y también a los pies del árbol.
El heno crece naturalmente en los bosques. Brota sobre las ramas de los árboles como una especie de cortina colgante con hebras delgadas y entrenudos de hasta 8 metros de longitud.
Mientras que el musgo emana en la superficie de rocas, árboles o suelo y puede crecer de 1 a 10 centímetros. Hay cerca de 12 mil 800 especies de esta planta, de las cuales 980 han sido reconocidas como de origen mexicano.
Tanto el musgo como el heno se utilizan como materiales de construcción, por ejemplo, para nidos de aves y mamíferos. Además, en temporada navideña se convierten en uno de los elementos cuya demanda incrementa.
El problema es que el musgo y heno cumplen una función importante para el mantenimiento del ecosistema. Principalmente, ayudan a los bosques a retener humedad y sin ellos las temperaturas pueden elevarse y romper el equilibrio vital de las plantas, animales, hongos y microorganismos que ahí habitan, detalla la Semarnat.
Por su parte, la presencia de musgo en el suelo evita su erosión y permite el crecimiento de otras especies de vegetación con raíces más profundas que, a su vez, son el hogar de insectos, arácnidos, rotíferos, nemátodos, moluscos y otros microorganismos.
Asimismo, el musgo tiene la capacidad de retener 20 veces su peso en agua, lo que le permite proteger las zonas aledañas a los bosques de grandes inundaciones, también libera humedad impidiendo la desertificación de los suelos y nivela el cauce de los ríos.
Así, la extracción de musgo y heno es considerada como una práctica ilegal conforme la Norma Oficial Mexicana NOM-011-Recnat-1996. En total, toma aproximadamente siete años en que los bosques vuelvan a recuperarse.
La Semarnat invita a sustituir el musgo y heno con otros materiales que se pueden reciclar y son menos dañinos para el ecosistema de los bosques. Algunas de las opciones son: