Cinco mexicanos están entre las víctimas mortales que dejó a su paso Harvey, el huracán convertido ya en depresión tropical, en Houston, Texas, confirmaron ayer las autoridades. Se trata de Yahir y Benjamín Vizueth Rubio, de 25 años y 31 años, originarios del estado de Hidalgo, así como Gustavo Rodríguez Hernández, de 40, y Jorge Raúl Pérez, de 33 de edad.
Ellos cuatro murieron electrocutados al realizar labores de rescate en una lancha; el quinto fallecido fue identificado como Benito Juárez Cavazos, de Montemorelos, Nuevo León, quien fue arrastrado por la corriente.
El lunes pasado, los hermanos Benjamín, Yahir y José Vizueth Rubio, originarios de la comunidad de San Rafael, en el municipio serrano de Chapulhuacan, Hidalgo, y radicados en Houston, junto con dos vecinos, identificados como Jorge Pérez y Gustavo Rodríguez, tomaron el bote de este último y salieron a rescatar a personas atrapadas en sus hogares.
Auxiliaron a una familia que fue llevada a casa de la suegra de Benjamín, y pese al ruego de sus familiares para no salir, regresaron ya que, insistieron, “no se iban a rajar”, porque la gente necesitaba ayuda en la zonas de Wallisville y Normandía. La fuerte corriente habría provocado que el bote en el que viajaban, acompañados por dos periodistas, se estrellara contra un poste de energía eléctrica y todos cayeran al agua, electrocutándose. Preocupada, la familia difundió en redes sociales fotos de ellos y solicitó apoyo para localizarlos. Así supieron que José estaba a salvo en el hospital, pero sus hermanos no corrieron la misma suerte.
En Hidalgo, la noticia se dio a conocer por la oficina de Atención al Migrante, que confirmó la muerte de Yahir, de 25 años, y Benjamín, de 31, y que José se encontraba en el hospital. Juan de Dios Hernández, titular de la oficina de Atención al Migrante en el estado, informó que se trabaja en la búsqueda de una visa humanitaria para que la madre de los jóvenes pueda viajar a Houston a darles el último adiós.
Precisó que los tres hermanos ya estaban establecidos en Estados Unidos, donde tenían su familia y trabajo, por lo que pese al ofrecimiento del traslado de los cuerpos a México, sus esposas decidieron que estos sean sepultados en la Unión Americana. El funcionario explicó que José cuenta con residencia. Indicó que el gobierno estatal ofreció incluir a los padres en algún programa de la dependencia para que se les brinde apoyo productivo.
Respecto a Gustavo Rodríguez Hernández y Jorge Raúl Pérez, el titular de la oficina de la Atención al Migrante en Hidalgo señaló que ambos perdieron la vida junto con los hermanos Vizueth, e informó que uno de ellos era originario de Veracruz. Josefina Garay, esposa de Gustavo, dijo en su perfil de Facebook que éste tenía 20 años de no ver a sus padres, quienes residen en México, aunque no especificó en qué entidad. Ella pidió apoyo al Consulado para que trasladen a los padres al sepelio de su hijo.
El funcionario manifestó que sabe, por la federación de hidalguenses en ese lugar que al menos 30 familias de paisanos en Houston sufren afectaciones en sus hogares, por lo cual han recibido apoyo del gobierno federal. “No hemos tenido ningún otro hidalguense que haya fallecido”, indicó. Se estima que en Texas hay 53 mil hidalguenses y en Houston 20 mil.
Velan restos. Benito Juárez Cavazos salió de su natal Montemorelos, en la región citrícola de Nuevo León, a los 14 años de edad; 28 años después de vivir como indocumentado y cuando estaba a punto de obtener su residencia permanente, murió ahogado por las inundaciones que dejó Harvey en Houston.
Ayer familiares, amigos, y vecinos —muchos de los cuales no lo habían visto desde que dejó su hogar— acudieron a una ceremonia de velación en su honor en las capillas Servicios Funerarios Villagómez Flores, de Aldama 501, en Montemorelos. Hoy se oficiará una misa de cuerpo presente en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús y se dará por terminado su funeral; los restos serán cremados.
A Juárez Cavazos, quien tenía 42 años, le sobreviven su padre Rodolfo Juárez Muñoz, su madre, Guadalupe Cavazos Silva, y sus hermanos María de Lourdes, Clara Carlota, Moisés, Blanca Elizabeth, Perla Cecilia, y Heidi Juárez Cavazos.
El nuevoleonés, quien laboraba en un taller automotriz, murió irónicamente por ese espíritu de superación y fuerza de voluntad que lo distinguió desde adolescente para tratar de lograr un futuro mejor, ya que según familiares entrevistados por la agencia Associated Press en Texas, tenía permiso para faltar al trabajo, debido a las inundaciones, pero aun así se aventuró a ir en su camioneta.
Al parecer, el vehículo quedó atrapado en una zanja y Benito decidió seguir a pie; la fuerza de la corriente lo arrastró y su cadáver fue localizado cuando empezó a bajar el nivel de la inundación. Familiares de Juárez Cavazos en Houston, señalaron que andaba contento porque en días recientes había recibido un permiso de trabajo y una tarjeta del seguro social. Más todavía porque el miércoles, un día después de que ocurrió su muerte, tenía programada una cita para que se le otorgara residencia permanente.