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La llegada de la Navidad y Año Nuevo viene acompañada, en la mayoría de las ocasiones, de un aumento en el consumo de energía eléctrica debido a la colocación del tradicional árbol y las luces que adornan el interior y exterior de muchas viviendas, sin embargo, se debe tener especial cuidado sobre su uso, sugirió el coordinador de Protección Civil Universitaria (CPCU) de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Rafael Ernesto Porrás Trejo.
Dijo que uno de los principales problemas asociados con este tipo de decoraciones es el riesgo de incendios y cortocircuitos en las instalaciones eléctricas, por lo que se debe evitar una carga excesiva en los tomacorrientes, revisando siempre que se encuentren en buen estado antes de conectarlos. Afirmó que estos están diseñados para soportar cierto tipo de energía, que —al incrementarse de manera irresponsable— puede provocar un problema mayor.
Dijo que basta una pequeña chispa para generar un incendio, pues existe la evidencia de que una situación de dicha naturaleza alcanza a propagarse en menos de 30 segundos acabando con un pino navideño, sin olvidar los humos tóxicos que provienen de los productos plásticos de los que están hechos la mayoría de los ornamentos de esta temporada, lo cual afecta la salud, disminuye la visibilidad e impide ponerse salvo.
Para impedir una tragedia que empañe las fiestas, expresó que es vital utilizar accesorios multicontactos, conociendo su capacidad máxima con el fin de no afectar su funcionamiento; la utilización de focos de bajo rendimiento energético son una opción para evitar sobrecalentamiento , así como desenchufar estos dispositivos cuando todos en la casa se vayan a dormir, evitando que operen toda la noche sin supervisión, explicó.