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Planetas con atmósferas de vapor, océanos de agua líquida y núcleos internos de roca rodeados de hielo pueden abundar en el espacio, orbitando en torno a estrellas lejanas.
Ésta es la conclusión de un nuevo estudio de la Universidad de Harvard, presentado recientemente en la conferencia de geoquímica Goldschmidt 2018 en Boston, Estados Unidos.
Según los investigadores, de los aproximadamente 4.000 exoplanetas conocidos, cerca del 35% son mundos ricos en agua.
Esta característica abre la posibilidad de que puedan albergar vida.
Relación masa-radio
Li Zeng —el investigador que presentó el estudio— y sus colegas llegaron a esta conclusión, después de analizar datos aportados por el principal "cazador" de exoplanetas: el Telescopio Espacial Kepler.
Tras analizar la medida del radio de cada planeta y su masa, crearon un modelo que les permitió establecer la relación entre ambos, para descifrar la evolución y composición de los mismos.
Los 4.000 exoplanetas detectados, dicen, pueden dividirse en dos categorías: aquellos que tienen un radio de cerca de 1.5 en comparación con la Tierra (con una masa típicamente 5 veces más grande) y los que tienen un radio de 2.5 comparado con nuestro planeta (con una masa similar a la de 10 Tierras).
"El modelo muestra que los exoplanetas que tienen un radio de 1.5 en comparación con la Tierra tienden a ser planetas rocosos", explicó Zeng.
En cambio, "los que tienen un radio de 2.5 en relación a la Tierra, son probablemente mundos acuáticos".
Es decir, el 35% de los todos los exoplanetas conocidos que son más grandes que la Tierra, deberían ser ricos en agua.
"Estos mundos acuáticos se formaron probablemente de forma similar a los núcleos planetarios gigantes (Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno) que se encuentran en nuestro propio sistema solar", afirmó Zeng.
Parecidos pero diferentes
No obstante, el hecho de que estos exoplanetas puedan albergar agua no los hace necesariamente similares a nuestro planeta.
"Es agua, pero no un agua común, como la que encontramos en la Tierra", señala Zeng.
"Se estima que su temperatura superficial se encuentre en el rango de entre 200ºC y 500ºC".
"Es posible que su superficie esté envuelta en una atmósfera dominada por vapor de agua, con una capa de agua líquida por debajo", concluyó el investigador.
En opinión de Sara Seager, profesora de Ciencias Planetarias del MIT, vicedirectora de la misión TESS, que se lanzó recientemente para buscar a estos cuerpos celestes, "es increíble pensar que los enigmáticos exoplanetas puedan ser mundos acuáticos con grandes cantidades de agua".
"Esperemos que las observaciones de sus atmósferas en el futuro sirvan para apoyar o refutar este nuevo hallazgo", dijo Seager.