Los perros no sólo son los mejores amigos del hombre, sino que abundan las historias en las que se convierten en verdaderos héroes, al salvar vidas humanas. No fueron entrenados para rescatar; sin embargo, muchas personas les deben la vida:
Balto es uno de los más conocidos, y su historia fue llevada al cine. En 1925, este husky siberiano salvó las vidas de muchos niños en Nome, Alaska, cuando una epidemia de difteria golpeó la comunidad, en medio del invierno. Balto guió a otros perros por las medicinas que se requerían.
Mucho antes que Balto, existió Barry, un San Bernardo que en sus 14 años de vida (1800-1814) trabajó como perro de rescate en Suiza para el Gran Hospicio de San Bernardo y salvó a más de 40 viajeros extraviados, según se cuenta.
En medio del drama de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, surgieron muchas historias de héroes. Uno de ellos fue Trakr, un pastor alemán que, junto con su manejador, descubrió al último sobreviviente de los ataques en las Torres Gemelas de Nueva York, por lo que la revista Time lo nombró uno de los animales heroicos más famosos de la historia.
Durante el huracán Katrina, mientras miles de personas huían de las inundaciones en Nueva Orleans, una labrador negra, curiosamente llamada Katrina, salvó a un hombre de ahogarse, por lo que luego fue galardonada.
Shana, una mezcla de pastor alemán y lobo, salvó en 2006 la vida de Eve y Norman Fertig, una pareja de ancianos de 81 años que tenía un refugio de animales en Alden Nueva York.
Ambos quedaron atrapados afuera de la casa bajo una tormenta de nieve y la perrita cavó una especia de túnel, los arrastró y los puso a salvo hasta que llegaron los bomberos.