Cuando Alejandra Guerra saca su pecho para dar de comer a su hija todas las miradas recaen en ella. En Guatemala, un país ultra conservador, siguen persistiendo tabúes sobre la lactancia y por ello un grupo de madres orgullosas saca pecho y amamanta a sus hijos en público.
"Se me quedan a ver muy morbosamente", narra a Efe esta mujer treintañera mientras su pequeña, Jimena -de un año y cinco meses-, come plácidamente. Pero con el tiempo ha aprendido a hacer oídos sordos a los comentarios y eludir esas miradas que casi atraviesan el alma porque ellas dos van "primero".
Esta decisión, basada en el "empoderamiento" de la mujer con el fin de "derribar mitos", es la que la ha llevado a participar en la "tetada" de Guatemala, organizada con motivo de la semana de la lactancia por La Liga de La Leche y a la que asistieron decenas de madres con sus bebés en brazos.
Otra de ellas es Brenda Martínez y su pequeña Aisha, de poco más de un año. Aún recuerda cómo al principio, cuando empezaba a dar el pecho a su hija en público, sentía cierto pudor y se "cubría".
Pero ahora ya no le importa lo que piensen o lo que digan y admite que este "mamatón" sirve para "normalizar" un acto natural y para que la sociedad, con prejuicios bien marcados, no las "juzgue".
Con el férreo convencimiento de que dar de mamar es lo mejor para los pequeños -"hay que amamantar", repite una y otra vez-, Brenda explica que ella dará el pecho a su pequeña, su primera hija, "hasta que ella quiera" y añade que lo natural es que sea hasta los 6 años.
"Si ella quiere hasta los 6 será hasta los 6", enfatiza rotunda mientras la pequeña la mira atentamente desde el suelo, donde las mamás, sentadas, alimentan a sus hijos en una de las avenidas principales de la capital.
La presidente de La Liga de La Leche en Guatemala, Maritza Cabrera, dice a Efe que esta cita ha ido creciendo con el paso de los años. Las madres son cada vez más conscientes de la importancia de la lactancia, aunque aún hay grupos, sobre todo en el interior del país, que "no tienen acceso a la información".
"Lamentablemente es una liga urbana", reconoce con cierto pesar, pero enfatiza que el objetivo es seguir creciendo y abriendo grupos en el interior del país, como los que tienen en La Antigua, Chiquimula y Suchitepéquez.
Pero lo "hermoso" de esta responsabilidad que se adquiere de forma voluntaria y por convencimiento, es el "compromiso de madre a madre". Muchas veces, explica Cabrera, los doctores no tienen "ni el tiempo ni el conocimiento" para hablar del tema, por lo que las mujeres madres se convierten en el mejor apoyo para las demás.
El tabú y la ignorancia sobre la importancia de amamantar persiste en muchos países del mundo y Guatemala no se escapa. En este país centroamericano solo el 15 % de los niños es alimentado exclusivamente con leche materna durante los primeros seis años de vida.
Aunque la cifra aumenta hasta el 40 % en los primeros días esto no es suficiente, ya que lo mínimo es hasta los dos años. Es por ello que Cabrera hace un llamamiento a todas las madres para que usen este "recurso de la naturaleza" que les permitirá tener hijos fuertes y sanos.
Es también una forma, continúa, de luchar contra la desnutrición: "Una madre desnutrida puede producir buena leche (...). Tú leche va a estar perfecta", proclama con vehemencia al recordar que más de la mitad de los niños menores de cinco años en el país padecen desnutrición crónica.
Con el objetivo de fomentar la tolerancia y respeto al derecho que tiene tanto la madre como el bebé de realizar este ejercicio sin ser sometidos al acoso social, Guatemala seguirá acogiendo "tetadas" masivas en años venideros.