El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, designará a la ex presidenta de Chile, Michelle Bachelet, como la nueva jefa de derechos humanos del organismo.
Fuentes diplomáticas que pidieron el anonimato indicaron que la secretaria general adjunta de Naciones Unidas, Amina Mohammed, dijo en una reunión de embajadores celebrada esta semana, que Bachelet ha aceptado asumir el cargo de nueva jefa de derechos humanos de la organización.
Advirtieron, no obstante, que su designación aún debe ser aprobada por la asamblea general.
El portavoz de la ONU, Farhan Haq, no quiso comentar la información, pero dijo que se había enviado un nombre a la asamblea general.
"El proceso está cerca de concluir", señaló Haq.
Bachelet, de 66 años, reemplazaría al jordano Zeid Ra'ad Al Hussein, un duro crítico del presidente estadounidense Donald Trump, que ocupa el cargo de alto comisionado de derechos humanos de las Naciones Unidas desde septiembre de 2014.
Pediatra de profesión y experta en salud pública, tras el regreso de la democracia a Chile en 1990, la socialista Bachelet fue ministra de Salud, luego de Defensa y finalmente dos veces presidenta, hasta que dejó el cargo en marzo pasado.
Hija de un militar que se opuso al derrocamiento del presidente socialista Salvador Allende y fue asesinado por la dictadura de Augusto Pinochet, fue detenida y torturada en 1975, antes de partir al exilio primero en Australia y luego a Alemania del este.
Bachelet asumiría un cargo que ha sido objeto de mucha polémica durante la gestión de Zeid, quien decidió que no se postularía a un segundo mandato tras perder el apoyo de países poderosos.
Además de Estados Unidos, Zeid se ha confrontado duramente con Rusia y China. Tras cuatro años en el cargo, afirma que "en el actual contexto geopolítico", permanecer en su puesto "implicaría arrodillarse en súplica".
"El silencio no te genera ningún respeto", dijo Zeid a la prensa la semana pasada, mientras se prepara para dejar el puesto el 31 de agosto.
Como consejo a su sucesor, le sugirió "ser justo y no discriminar contra ningún país". "Simplemente da la pelea", sostuvo.
Con Zeid bajo escrutinio, algunos grupos de activistas de derechos humanos han expresado su preocupación de que Guterres busque nombrar un jefe de derechos humanos menos expresivo.
"Si es electa, Bachelet asumirá uno de los trabajos más difíciles del mundo en momentos en que los derechos humanos están bajo ataque generalizado", dijo el director ejecutivo de Human Rights Watch, Kenneth Roth.
"Como una víctima, ella trae a la mesa una perspectiva única al cargo sobre la importancia de una defensa vigorosa de los derechos humanos", añadió. "Gente de todo el mundo dependerá de ella para que sea una campeona pública y enérgica, donde los infractores son poderosos".
Bachelet ya trabajó antes en la ONU: en 2010 se convirtió en la primera directora de ONU Mujeres, la agencia de la organización que promueve la igualdad de género, y ocupó ese cargo durante tres años.
El año pasado, Guterres la nombró integrante de un grupo de alto nivel sobre mediación en la ONU que le aconseja sobre los esfuerzos de paz de la organización.
El secretario general la describió entonces como "una defensora de larga data de los derechos de las mujeres" con "una historia de liderazgo mundial dinámica, habilidades políticas muy perfeccionadas y un talento reconocido para crear consenso".
Bachelet dejó este año la presidencia de Chile con una popularidad en torno al 40%. Durante su última gestión, puso en marcha un ambicioso programa que incluyó una reforma de la educación, de las leyes laborales y tributarias. Pero también enfrentó un escándalo de corrupción protagonizado por su hijo mayor y su nuera, condenada recientemente por fraude al fisco.
Este mes lanzó en Chile su nueva fundación, Horizonte Ciudadano, que busca promover los objetivos de desarrollo sostenible fijados por la ONU para 2030.
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