La subespecie del rinoceronte blanco del norte está a punto de la extinción. Ayer en Kenia murió el último macho que vivía, Sudan, de 45 años. Quedan dos hembras, la nieta y la hija de Sudan, únicas supervivientes de esta subespecie diezmada por la cacería: en 1960 había 2 mil 360 ejemplares y cuando Sultán nació, en 1973, había unos 700 en el planeta. La cacería estuvo alentada por la demanda de cuernos de rinoceronte para la medicina tradicional china en Asia y para mangos de puñales en Yemen.
En teoría, la muerte de Sudan sella la extinción de esta subespecie de rinoceronte. El ejemplar tenía problemas de salud por su avanzada edad y cuando su estado se agravó se tomó la decisión de practicarle una eutanasia, informó la reserva natural Ol Peteja.
Sudan evitó “su extinción en estado salvaje” cuando fue capturado, junto a otros seis ejemplares en Sudán del Sur, y enviado en los 70 al zoológico de Dvur Kralove en la entonces Checoslovaquia. “Fue un animal excepcional, increíblemente gentil. Nunca manifestó ningún signo de agresividad, era muy obediente”, recordó su excriador, Jan Zdarek.
El rinoceronte se hizo famoso en 2017 cuando le crearon un perfil en la popular plataforma de citas Tinder, en una campaña para recaudar fondos para desarrollar técnicas de fecundación in vitro. Del rinoceronte blanco del sur existen más de 20 mil ejemplares en África a partir de una labor de protección.