San José.— Redes de narcotraficantes colombianos se aprovechan del éxodo de venezolanos y reclutan a migrantes como mulas o correos humanos para el contrabando de droga hacia distintos países de América y Europa, de acuerdo con las autoridades antidrogas de Colombia.
La Dirección Antinarcóticos de la Policía Nacional de Colombia asegura en un reporte —del cual EL UNIVERSAL tiene copia— que 111 personas (76 hombres y 35 mujeres) fueron detenidas de enero a agosto de 2018 en el aeropuerto internacional de El Dorado, en Bogotá, con cargas de cocaína de distinto peso.
De ellos 81, son colombianos y 30 son extranjeros, de los cuales 12 son de nacionalidad venezolana.
La droga era transportada en cápsulas ingeridas, paquetes adheridos al cuerpo o estaba escondida en las maletas, y tenía como destino Estados Unidos, Guatemala, España y Francia, de acuerdo con el informe de las autoridades colombianas.
El hecho más reciente fue descubierto el pasado lunes con el arresto en El Dorado de un venezolano que intentó viajar a España con más de un kilo de cocaína oculto en un doble fondo de su equipaje.
“Este nuevo caso sirve para identificar a los integrantes de la red narcotraficante que se aprovecha del éxodo de los venezolanos, para instrumentalizarlos en la comisión de delitos en Colombia”, indicó la policía.
La Dirección admitió a este diario que la captura de venezolanos en el aeropuerto es un “síntoma” de su “instrumentalización” en la delincuencia.
El número, aclaró, impide generalizar y es diminuto si se compara con una migración regular e irregular que, según organismos especializados mundiales, ya superó los 2 millones de venezolanos que han dejado su país en los últimos años, ante la crisis política y socioeconómica.
El involucramiento de venezolanos activó las alarmas en El Dorado. El brigadier general Fabián Cárdenas, jefe de la Dirección, dijo que hay una labor permanente para “descubrir nuevos métodos usados para esconder los alijos de droga”.
Las mafias colombianas del narcotráfico sacan provecho de la vulnerabilidad en la que se encuentran los migrantes venezolanos que llegan a Colombia —muchos de ellos sin dinero ni empleo—, para reclutarlos como mulas para el tráfico de droga desde el país, que es uno de los productores mundiales de cocaína.
“Hay una relación íntima entre trata de personas y tráfico de drogas y de armas”, advirtió la abogada venezolana Lilian Aya, asesora de organismos multilaterales en crimen organizado, quien actualmente reside en la ciudad de Bogotá.
“Por las rutas de la trata de personas, por las que pasan hombres y mujeres esclavizados, también pasan drogas y armas”, añadió, en una entrevista con este periódico.
“No me extraña en absoluto que en Colombia y en otros países haya venezolanos que, en vulnerabilidad, entren al narcotráfico. Aunque nada los justifica, la realidad es que el venezolano busca sobrevivir”, puntualizó.
Grupos no estatales de Venezuela han denunciado asimismo que migrantes venezolanos han caído también en las redes de trata de personas para explotación sexual en América Latina y el Caribe.