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Washington.— Varias potencias occidentales acusaron ayer a Rusia de orquestar ciberataques mundiales, incluido uno a la sede de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) en Holanda, país que expulsó a cuatro espías rusos.
El Departamento de Justicia estadounidense anunció la imputación de siete presuntos miembros de la inteligencia militar rusa, el GRU, por una campaña global de ciberataques contra sectores deportivos, una agencia internacional y una firma especializada en energía nuclear.
Poco antes, las autoridades holandesas anunciaron la expulsión de cuatro agentes rusos del GRU en abril, después de que intentaran llevar a cabo un pirateo de la OPAQ, con sede en La Haya. La organización analizaba un presunto uso de armas químicas en Siria, que los países occidentales atribuyeron a las fuerzas del régimen sirio, respaldado por Moscú; y el envenenamiento con una sustancia neurotóxica del ex espía ruso Serguei Skripal en Inglaterra, del que Londres acusó también a Rusia.
La operación policial en Holanda contó con la ayuda de Reino Unido, que también acusó ayer a la inteligencia militar rusa de algunos de los principales ciberataques realizados en el mundo en los últimos años, incluyendo el pirateo en 2016 del Partido Demócrata para ayudar al republicano Donald Trump a alcanzar la presidencia.
“Con la operación expuesta hemos arrojado nueva luz sobre las inaceptables actividades cibernéticas del servicio de inteligencia militar ruso”, afirmaron en un comunicado conjunto la primera ministra británica, Theresa May, y su homólogo holandés, Mark Rutte. El jefe de los servicios de inteligencia holandeses, general Onno Eichelsheim, identificó a los cuatro hombres como Oleg Sotnikov, Alexei Morenets, Alexei Minín y Yevgueni Serebriakov, quienes llegaron a Ámsterdam. Los servicios holandeses los neutralizaron y encontraron en el vehículo equipos electrónicos para interceptar la red WiFi y los códigos de acceso de la OPAQ.
Los cuatro rusos presuntamente involucrados en el ataque a la OPAQ estaban en la lista de los siete imputados por la justicia estadounidense. En EU entre los objetivos conocidos del ataque se encontraban también la FIFA y la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), así como la empresa de energía nuclear estadounidense, Westinghouse. El secretario de Defensa, Jim Mattis, dijo que los rusos deberán “rendir cuentas” y que Occidente dispone de “una amplia gama de respuestas”.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, urgió a Rusia a “cesar su comportamiento temerario”.
Rusia, que siempre ha negado toda implicación en estos casos, reaccionó con ironía a las nuevas acusaciones. “La espionitis aguda de los occidentales cobra importancia”, escribió el ministerio ruso de Relaciones Exteriores en un comunicado, en el que calificó las acusaciones de “propaganda”.
Al mismo tiempo, el Ministerio de Defensa ruso acusó a EU de manejar aparentemente un laboratorio clandestino de armas químicas en Georgia, lo que violaría las normas internacionales. El Pentágono rechazó la acusación.
bbg