El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, recomendó este lunes a Corea del Norte no poner a prueba la "determinación" del presidente Donald Trump frente a los programas balístico y nuclear de Pyongyang y advirtió que "todas las opciones están sobre la mesa".
Washington quiere lograr la desnuclearización del Norte "por medios pacíficos, mediante negociaciones pero todas las opciones están sobre la mesa y seguimos al lado del pueblo de Corea del Sur", dijo Pence en una rueda de prensa en Seúl, tras visitar la tensa frontera que separa el Norte y el Sur de Corea.
"Estas dos últimas semanas, el mundo ha sido testigo de la fuerza y determinación de nuestro nuevo presidente durante operaciones llevadas a cabo en Siria y Afganistán", declaró Pence en referencia al bombardeo estadounidense contra una base aérea del régimen sirio y al lanzamiento de una súperbomba contra yihadistas en Afganistán.
"Corea del Norte haría mejor en no poner a prueba su determinación, o la potencia de las fuerzas armadas de Estados Unidos en esta región", añadió Pence junto al primer ministro y presidente surcoreano en funciones, Hwang Kyo-Ahn.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, declaró este lunes que esperaba que Estados Unidos no actúe "unilateralmente".
"Espero que no habrá acciones unilaterales como las que hemos visto recientemente en Siria" dijo Lavrov en conferencia de prensa, y advirtió que aunque la violación, por parte de Pyongyang, de las resoluciones de la ONU sea censurable, "ello no quiere decir que sea posible violar el derecho internacional usando la fuerza" contra Corea del Norte.
Además, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, llamó a todas las partes a mostrar "prudencia", para "evitar cualquier acción que pueda ser interpretada como una provocación".
Pese a las presiones internacionales, Corea del Norte intentó el domingo sin éxito lanzar un nuevo misil y se teme que el país se esté preparando para llevar a cabo un sexto ensayo nuclear.
Interrogado sobre si las iniciativas norcoreanas podrían desencadenar una respuesta militar estadounidense, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer se negó a entrar en ese terreno.
"Trazar líneas rojas no ha funcionado en el pasado", respondió, aludiendo al expresidente Barack Obama quien había fijado un límite a Siria -la utilización de armas químicas por parte del régimen de Damasco- pero había renunciado a último momento, al uso de la fuerza.
Trump "oculta cuidadosamente su juego y no debemos esperar que anuncie por anticipado lo que va a hacer ante tal o tal situación", afirmó.
Trump, que el jueves prometió que el "problema" norcoreano sería "tratado", había anunciado anteriormente el envío a la península coreana del portaaviones Carl Vinson, escoltado por tres buques lanzamisiles, y habló de una "armada" de submarinos.
Trump ha advertido que no permitirá que Corea del Norte desarrolle misiles balísticos intercontinentales capaces de transportar cabezas nucleares hasta el oeste de Estados Unidos.
El número dos del régimen norcoreano respondió el sábado que su país estaba listo para "responder a una guerra total con una guerra total" y "a cualquier ataque nuclear con un ataque nuclear a nuestra manera".
Corea del Norte asegura que necesita esas armas, incluso nucleares, para protegerse de la creciente amenaza de invasión por parte de fuerzas estadounidenses.