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¿Cómo te decides a ser fotógrafo? El gusto por la fotografía lo he tenido siempre, pero cuando decido hacerme fotógrafo es cuando descubro que me gusta el trato con la gente, principalmente la que está en el momento de tomar una decisión tan importante como es casarse y ser parte de su historia es lo que más disfruto al hacer mi trabajo.
¿Qué es lo que más te gusta retratar? Definitivamente la gente. El retrato es algo que me mueve muchísimo. El tipo de fotografía que yo hago es life photography, una corriente anglosajona que parte de ser una fotografía que viene muy de la mano con la vida de las personas. Por tanto, me gusta la fotografía familiar, de maternidad, nupcial y sesiones casuales.
¿Cuáles son tus hobbies? Mi vida está dividida en tres partes fundamentales: mi familia, como lo más importante; la fotografía que adoro y la música. Me gusta tocar la guitarra y actualmente formó parte de un grupo de rock.
¿Cuál es tu foto favorita? La fotografía que le hago a mi familia es la que más disfruto. Una fotografía que le hice a mi hija Elsa después de que había rayado una pared de la casa recién estrenada es quizá de mis favoritas porque ella estaba muy orgullosa de su mural, fue un momento muy memorable para mí.
¿Cuál es el trabajo fotográfico más arriesgado que hayas hecho? Me llevé a una pareja a un campo muy seco y la verdad el lugar no prometía mucho, estaba muy sucio, pero al final resultó un buen trabajo y ellos se quedaron conformes.
En cuanto a lo más extremo que haya hecho fue subirme a la torre medica que está frente al Tec de Monterrey en el helipuerto para una sesión de unos novios y resultó un poco estresante el hecho de saber que tenías que medir los espacios porque no hay nada que te frene al voladero y son varios pisos de altura.
