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La incertidumbre persiste este domingo sobre si Canadá podrá llegar a un acuerdo con Estados Unidos sobre la reforma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), unas horas antes del plazo final establecido por Washington.
"Mucho progreso pero aún no está cerrado", dijo el embajador de Canadá en Washington, David MacNaughton, reunido con el equipo de negociadores en Ottawa.
Los negociadores canadienses y estadounidenses, que continúan trabajando duro, avanzaron en algunas de las diferencias entre ellos, pero aún había puntos de desacuerdo, según fuentes citadas por los medios canadienses.
Las conversaciones se llevan a cabo por teléfono, y los negociadores canadienses, incluida la ministra de Relaciones Exteriores, Chrystia Freeland, permanecen en Ottawa, a diferencia de las sesiones de negociación anteriores.
Peter Navarro, asesor de Comercio del presidente de Estados Unidos, dijo que ambas partes estaban negociando "de buena fe" y que el resultado de las conversaciones se conocería a más tardar el lunes por la mañana.
"Puedo decirles esto: tendrán noticias mañana, de una forma u otra, que serán importantes y tal vez puedan remover a los mercados", dijo el domingo en la cadena televisiva Fox News.
En el lado canadiense, la oficina del Primer Ministro indicó que las negociaciones continuaban y no tenían nada que anunciar hasta el momento.
Navarro recordó que el plazo se fijó para el final de la medianoche (local) del domingo, a fin de poder transmitir al Congreso el texto del eventual acuerdo. Un acuerdo entre Washington y Ottawa le permitiría a Canadá unirse al nuevo TLC, ya negociado entre Estados Unidos y México.
El TLCAN, un acuerdo trilateral suscrito en 1994 entre Estados Unidos, México y Canadá, es una de las bestias negras del presidente Donald Trump, al cual el republicano acusa de haber causado la pérdida de millones de empleos en Estados Unidos, sobre todo en el sector automotriz.
Trump repitió sus críticas contra el TLCAN el sábado delante de sus partidarios en un acto en Virginia Occidental, y señaló que el nuevo acuerdo con México fue "un buen negocio para ambos países".
"Veremos qué pasa con Canadá, si se unen (al acuerdo) deben ser justos", dijo Trump, reiterando sus ataques a los aranceles que protegen el sector lácteo canadiense.
Según fuentes citadas por medios, Ottawa estaría lista para hacer concesiones en su sector lácteo si Washington aceptara el requisito canadiense de mantener el Mecanismo de Resolución de Disputas del tratado (Capítulo 19), rechazado por los estadounidenses.
A Canadá también le interesa tener la seguridad de que, si firma el acuerdo, se levantaría la amenaza de aranceles a la industria automotriz canadiense, a menudo blandida por el presidente Trump en el marco de su guerra comercial con el exterior.
El calendario electoral complica las cosas para los negociadores canadienses. Las concesiones en el sector lácteo serían muy mal recibidas en Quebec, que está llamada el lunes a las urnas para designar al próximo gobierno de esta importante provincia francófona.
Los principales partidos de Quebec y las organizaciones de agricultores defienden firmemente el sistema de "administración de la oferta", que controla la producción y el precio de la leche y las aves de corral y además garantiza ingresos estables para los agricultores canadienses.
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