A raíz del terremoto de 1985, las autoridades mexicanas han fortalecido la cultura de la prevención en el país, con simulacros, códigos de construcción más estrictos y sistemas de alerta temprana, destacó la prensa internacional.
The New York Times resaltó que después de 1985, los códigos de construcción fueron revisados y reforzados. “Hoy en día, las leyes de construcción de México se consideran tan estrictas como las de Estados Unidos o Japón".
Para Los Angeles Times, el gobierno mexicano ha hecho mejoras significativas desde su respuesta ampliamente criticada al desastre de 1985, pues ha actualizado los códigos de construcción e implementado sistemas de alerta temprana.
"El pasado jueves por la noche, las sirenas resonaron por la ciudad de México, en los momentos antes de que la tierra comenzara a temblar, dando a los residentes un poco más de tiempo para correr a salvo", señaló.
Destacó que México, Japón y otros países tienen sistemas de alerta temprana. "California está desarrollando uno, pero el esfuerzo ha sido amenazado por los recortes presupuestarios propuestos por la administración Trump".
The Washington Post indicó en tanto que la Ciudad de México ha llevado a cabo simulacros anuales de desastre, reformado los códigos de construcción e instalado sensores sofisticados para estar listos para una emergencia.
Refirió que el terremoto de 1985 dejó un profundo impacto, dando paso a estándares de construcción más rigurosos, ejercicios de aniversario para enseñar a los residentes cómo reaccionar y alrededor de 100 sensores en todo el país.
"Cuando se detecta un terremoto, estos sensores envían alertas automáticas a una red de ocho mil alarmas, con la intención de proporcionar un minuto de advertencia antes de que las ondas de choque lleguen a la Ciudad de México".
Los sistemas de emergencia de México han mejorado significativamente desde entonces, enfatizó a su vez The Wall Street Journal.
Dijo que han mejorado los códigos de construcción para incluir la resistencia sísmica y los cimientos más sólidos para los nuevos edificios en una ciudad construida sobre un lago inestable.
Al respecto, The Guardian recordó a su vez que gran parte de la capital mexicana se construyó sobre el suelo blando de un antiguo lecho de un lago, haciéndolo vulnerable a los terremotos.
"Los códigos de construcción se han endurecido desde 1985, y los simulacros de terremoto para los habitantes de los apartamentos y los trabajadores de oficina se han vuelto comunes".
Ahora, abundó, las autoridades "se apresuraron a proporcionar actualizaciones sobre los daños y dar instrucciones, a diferencia de 1985, cuando los políticos del país no se veía en su totalidad".
The Economist señaló por su parte que la Ciudad de México también ha mejorado su preparación y respuesta a los desastres.
Para El País, los daños ocasionados por el sismo del pasado jueves no fueron mayores, porque el epicentro ocurrió a mucha más profundidad y más lejos que en 1985, pero también fue gracias "a las lecciones aprendidas de aquella catástrofe y las medidas adoptadas en las últimas tres décadas".
Destacó que mucho han cambiado las cosas desde el terremoto de hace 30 años, "donde la corrupción, la ausencia de protocolos, la debilidad en las construcciones y la precariedad de los equipos de salvamento convirtió el rescate de los heridos en una iniciativa ciudadana que contó con más entusiasmo que medios".
El diario español resaltó que desde entonces se ha cultivado una cultura cívica, trabajada día a día desde las instituciones y que logró lo que antaño parecería un milagro: "que el temblor más potente de la historia reciente del país se saldara en la capital mexicana sin un solo muerto”.