La obesidad es un importante factor para el desarrollo de hígado graso, condición que se caracteriza por acumulación de ácidos grasos y triglicéridos en la glándula de mayor tamaño en el organismo.
Lo anterior lo señaló el titular del Servicio de Endocrinología y Unidad Metabólica del Hospital de Especialidades del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Miguel Escalante Pulido.
En un comunicado, refirió que otros factores, como ser diabético, cursar con hipertensión, o síndrome metabólico, así como el consumo excesivo de alcohol, son factores de riesgo también muy considerables para el desarrollo de hígado graso.
El experto destacó el experto del IMSS Jalisco que más del 70 por ciento de personas con obesidad podrían desarrollar hígado graso, lo cual, dijo, inicialmente no tiene mayor sintomatología.
No obstante, resaltó que el no tratar oportunamente el hígado graso puede derivar en complicaciones más graves como la inflamación del mismo (esteatohepatitis), cirrosis o incluso cáncer.
Escalante Pulido recordó que el hígado desempeña funciones básicas en el metabolismo, a través la insulina, pero un mal funcionamiento de esta glándula deriva en inflamación celular y otras complicaciones ya descritas.
De hecho, aseguró, se estima que hasta un 25 por ciento de la población presenta la enfermedad de hígado graso.