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El senador independiente Bernie Sanders se unió el martes a la carrera demócrata para desafiar al mandatario republicano Donald Trump en las elecciones presidenciales de 2020. Una docena de candidatos ya participan en esta contienda, que cuenta con una diversidad sin precedentes, un número récord de mujeres y aspirantes de diferentes minorías.
Describiéndose a sí mismo como un "socialista", el senador independiente sorprendió al electrizar la primaria demócrata de 2016 contra Hillary Clinton, con un programa marcadamente más a la izquierda.
Finalmente perdió ante la exsecretaria de Estado, pero a sus 77 años, espera poder llevar a cabo su "revolución política", ahora que sus ideas han sido retomadas por muchos otros demócratas.
El candidato aparece en segundo lugar en los sondeos que, a más de 20 meses de la elección, reflejan sobre todo el nivel de notoriedad.
Exfiscal y nieta de un minero del hierro, Amy Klobuchar, senadora de 58 años, fue cómodamente reelegida en noviembre de 2018 para un tercer mandato en Minnesota, donde sigue siendo muy popular, incluso en los bastiones mineros que se decantaron a favor de Trump en 2016. Más al centro que sus competidores demócratas, apoya no obstante el derecho al aborto y la lucha contra el cambio climático, y no duda en criticar enérgicamente al presidente republicano.
A los 69 años, la senadora de Massachusetts Elizabeth Warren, se asomó a la carrera electoral junto a grandes nombres demócratas el 31 de diciembre de 2018, cuando anunció un comité presidencial exploratorio. Desafiando la polémica sobre sus lejanos orígenes amerindios, la exprofesora de derecho de Harvard, apodada "Pocahontas" por Trump, hizo oficial su candidatura el 2 de febrero. A la izquierda del partido, construyó su reputación denunciando ante la justicia los excesos de Wall Street.
Cory Booker, un carismático y mediático senador negro que a menudo es comparado con Barack Obama, anunció su candidatura el 1 de febrero con el llamado de unir a un país dividido. El exalcalde de Newark, Nueva Jersey, de 49 años, es un usuario habitual de Twitter y un buen orador. Su nombre circulaba desde hacía unos años para la carrera presidencial. En 2016 Hillary Clinton lo contempló como compañero de fórmula.
La senadora por California, Kamala Harris, que aspira a convertirse en la primera presidenta negra de Estados Unidos, anunció su candidatura el día del aniversario del nacimiento de Martin Luther King, el 21 de enero. Harris, de 54 años e hija de una investigadora en medicina india y un economista jamaiquino, fue fiscal de distrito antes de convertirse en fiscal general de California (2011-2017).
La senadora por Nueva York Kirsten Gillibrand se hizo famosa por su lucha contra el acoso sexual, especialmente en el ejército, antes del surgimiento del movimiento #MeToo, al que apoya activamente. Gillibrand, de 52 años, lanzó un comité exploratorio para su candidatura el 15 de enero.
Julian Castro, nieto de una inmigrante mexicana y exministro de Barack Obama, anunció su candidatura en inglés y español el 12 de enero, en pleno debate sobre la inmigración. El exalcalde de San Antonio, Texas, espera a los 44 años convertirse en el primer presidente hispano de Estados Unidos.
El joven alcalde de South Bend, Indiana, Pete Buttigieg, se unió a la carrera el 23 de enero con un mensaje en el que se describió como un reformista que mira al futuro, en contraste con el sombrío discurso de Trump. Si este veterano de guerra, de 37 años, ganara las primarias demócratas, se convertiría en el primer candidato presidencial abiertamente gay en Estados Unidos.
Con solo 37 años, la legisladora por Hawai en la Cámara de Representantes Tulsi Gabbard, se lanzó a la carrera el 11 de enero. Gabbard, que apoyó a Bernie Sanders en 2016, fue cuestionada por haberse reunido con el líder sirio Bashar al Asad en medio de la guerra civil y por comentarios homófobos, de los que luego dijo arrepentirse.
John Delaney, representante de Maryland en la Cámara de Representantes, también comenzó temprano en la carrera, en julio de 2017, aunque sus posibilidades parecen escasas.
Este empresario poco conocido, nacido en 1975, se lanzó a la candidatura silenciosamente a fines de 2017, con la advertencia del peligro que representan las nuevas tecnologías para los trabajadores estadounidenses.
Una serie de importantes figuras demócratas aún no se decidieron. Entre ellos el exvicepresidente de Barack Obama, Joe Biden, el senador Sherrod Brown, el expresidente de la Cámara de Representantes Beto O'Rourke y el multimillonario Michael Bloomberg.