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El Centro de Investigación Científica de Yucatán (Cicy) puso en marcha un plan para validar científicamente la efectividad de algunas plantas que forman parte de la medicina tradicional maya en el tratamiento de diversas enfermedades incluso oncológicas.
La líder de este proyecto, Marina Vera Ku, explicó en entrevista con Notimex que este plan de validar los efectos benéficos de algunas plantas medicinales se realiza desde hace muchos años en otros países como Alemania.
Incluso algunos medicamentos universales como la aspirina, que en realidad es el ácido acetilsalicílico, surgieron de la validación científica de compuestos de plantas.
“Desde hace muchos años, la forma de hacer medicamentos incluye el estudio de plantas que son usadas en algunas comunidades o regiones para curar desde hace muchas generaciones y mucho de esos conocimientos ancestrales han derivado en medicamentos y tratamientos efectivos en el mundo de la medicina.
“Agarran un árbol o planta y lo descortesaron e hicieron extractos y de ahí sacaron un compuesto activo como lo fue ácido acetilsalicílico, pero la realidad es que en las comunidades siguen suministrándose esos activos a través de la elaboración de tés por ejemplo”, precisó.
Y es que al comparar los dos extractos en un laboratorio, observas que la estructura molecular y los perfiles de metabolitos del té y del medicamento son completamente diferentes, aseguró.
Eso implica que no se estaría trabajando con la parte de la planta que se usa en la medicina tradicional, lo cual impide validar científicamente su efectividad y por ende la promoción de su uso como un medicamento efectivo, añadió la investigadora acreditada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Por ello, continuó, para darle realmente a la medicina tradicional el peso y el crédito que debería tener, es que se inició este proceso para validar las fórmulas de los médicos tradicionales y su uso en el tratamiento de enfermedades comunes de la región.
En ese marco, destacó que ya trabajan en la validación de una fórmula contra la leishmaniasis a base de plantas medicinales, tratamiento que tendría menos efectos secundarios y que se administraría vía oral al paciente.
La leishmaniasis se transmite por la picadura de flebótomos hembras infectados conocidos popularmente como “mosquitas del chicle” por eso a las lesiones también se les llama “úlcera chiclera”.
La úlcera se forma en la zona de la piel (cuando es cutánea) en donde el vector pica a la persona y suele causar fuertes estragos a la piel, sin embargo también existe la variedad mococutánea que conduce a la destrucción parcial o completa de las membranas mucosas de la nariz, la boca y la garganta y la visceral.
Esta última, como su nombre lo indica, puede afectar órganos vitales como el hígado y más del 95 por ciento de los casos, es mortal si no se trata a tiempo.
La gran mayoría de los tratamientos son inyecciones que se aplican de manera directa en la zona afectada por el parásito.
De igual forma, ya existen estudios para validar el uso de algunas plantas en el tratamiento exitoso de algunos tipos de cáncer en comunidades mayas del interior del estado.