Comienza la temporada donde nuestro ejército de defensas necesita estar más fuerte que nunca. Estrés, fiestas y contagios nos vuelven más vulnerables a enfermar, principalmente de las vías respiratorias. de ahí el interés por conocer cuáles son los mejores alimentos para mantener al cien nuestro sistema de defensas.
El frío no debilita el sistema inmune. La razón por la cual aumentan los casos de enfermedades infecciosas se debe a que pasamos más tiempo en interiores con un contacto más cercano a gérmenes de otras personas.
El sistema inmunológico —como su nombre lo indica— es todo un sistema, no una sola entidad. Por tanto, no existe ningún alimento que por sí solo estimule su buen funcionamiento. El estilo de vida y la dieta en general, son factores clave para fortalecerlo.
Considera que, a medida que envejecemos, la respuesta inmune se reduce. De ahí la importancia de que los adultos mayores de 65 años se vacunen.
Si bien las naranjas y los frutos cítricos en general son buen aporte de vitamina C, este nutrimento no es el único que debemos vigilar para lograr disminuir los mecanismos de estrés oxidativo y mantener en armonía el sistema inmune.
Un dato: las personas desnutridas son más propensas a las enfermedades infecciosas.
Tres cuartas partes de las células que conforman el sistema inmunológico se encuentran en la microbiota intestinal. Para mantener una buena colonia de bacterias, es necesario incluir alimentos probióticos (kéfir, jocoque, yogur) y prebióticos (alimentos ricos en fibra).
Sí, probablemente en personas que no comen suficientes frutas y verduras aunque exceder la dosis de vitaminas puede tener efectos adversos.
Los suplementos dietéticos pueden ser beneficiosos para las personas mayores pero no hay evidencia concluyente en que favorezcan a la población joven. Sin embargo, algunas revisiones muestran que la suplementación con vitamina C puede reducir la duración de los síntomas del resfriado.
Algunas especias, condimentos y raíces como la cúrcuma, la canela, el clavo, el cilantro y el jengibre actúan como agentes antibacterianos y antiinflamatorios. Un estudio publicado en The Journal of Nutrition sugiere que la suplementación con ajo podría aminorar los síntomas del resfriado.