Las hermanas Renata y Regina Caballero Portilla recibieron por primera vez la eucaristía, luego de dos años de preparación católica.
Sus padres Samantha Portilla y Alejandro Caballero organizaron la ceremonia religiosa, en la Parroquia de la Virgen de la Anunciación, así como la recepción en el Vista Real Country Club hasta donde llegaron familiares y amigos de las festejadas.
El recinto estaba decorado estilo vintage. Cada elemento fue cuidado con detalle para envolver a los asistentes en una verdadera fiesta temática; desde el mobiliario y los manteles en tonos pastel, hasta los adornos a modo de jaulas colgantes del techo, crearon un ambiente único.
“Tenemos cuatro meses planeando esta fiesta y sin duda mis hijas son parte importante de todo esto; es su fiesta, así que prácticamente ellas eligieron el 50% de todo, incluso de los invitados”, comentó Alejandro Caballero.
Los encargados de apadrinar a Renata de 11 añitos, fueron Rosario y Jesús Márques, amigos de la familia desde hace 8 años. Por parte de Regina de 10 años, fueron sus abuelitos paternos: Ignacio y Concepción Caballero, los encomendados para guiar a la pequeña en su vida católica.
“Estamos muy contentos de ser sus padrinos, queremos seguirla acompañando en el camino a Jesús. Nuestro objetivo es estar a su lado para que cumpla con los deberes que como católica le competen”, dijo Rosario.
Los invitados disfrutaron del candy bar, pues ofrecía un sinfín de postres como palomitas acarameladas, chocolates, brownies, paletas, macarrones y otras delicias.
Durante la tarde hubo distintas sorpresas; las festejadas fueron engalanadas con un par de medallitas por parte de sus papás; un regalo especial que portarán toda su vida como recuerdo del comienzo de esta etapa.
Renata y Regina presentaron un baile moderno junto con cuatro de sus amigas del colegio. La puesta musical consistió en el mix de cinco melodías en las que destacan temas como “The greatest” de la australiana Sia, así como “Can’t stop the feeling”, de Justin Timberlake. “Una maestra nos ayudó a poner la coreografía y lo que más me gustó fue que pudimos convivir con nuestras amigas”, expresó Renata.