Investigadores médicos acaban de confirmar la antigua sospecha de muchos padres: que esos lindos patitos amarillos de caucho que a los niños les encanta tener en la bañera son refugio de una enorme cantidad de gérmenes.
El recuento realizado en Suiza de los microbios que nadan dentro de los juguetes revela que el líquido turbio soltado al apretar los patos contenía “bacterias potencialmente patógenas” en cuatro de los cinco ejemplares estudiados.
Entre las bacterias halladas había Legionella y Pseudomonas aeruginosa, “esta última suele estar implicada en infecciones hospitalarias”.
El estudio realizado por el Instituto Federal de Ciencia y Tecnología Acuática, ETH Zurich y la Universidad de Illinois fue publicado el martes en la revista Biofilms and Microbiomes. Se le considera el primer estudio científico profundo de su tipo.
Los investigadores hallaron hasta 75 millones de células por centímetro cuadrado de una variedad de bacterias y hongos.
Algunos tipos de bacterias ayudan a fortalecer el sistema inmunitario, pero otras pueden provocar infecciones del ojo, el oído y el intestino, dice el informe.
Los científicos, que recibieron fondos del gobierno suizo como parte de un estudio más amplio de objetos de uso hogareño, dijeron que los polímeros de mejor calidad podrían prevenir la proliferación de bacterias y hongos.
El gobierno suizo no ha hecho recomendaciones por ahora.
Los patitos chillones de caucho son un juguete común de la infancia desde hace muchos años. El vendedor online Amazon dice que está entre los 10 artículos de mayor venta en el rubro “juguetes para el baño del bebé”.