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Moscú y Washington han acordado fecha y lugar para la reunión cumbre entre el presidente ruso Vladimir Putin y el presidente de Estados Unidos Donald Trump, informó el miércoles un consejero de asuntos exteriores de Putin.
Yuri Ushakov hizo el anuncio tras una reunión en Moscú entre Putin y John Bolton, consejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos. La fecha, sede y otros detalles de la cumbre se harán en un anuncio conjunto entre el Kremlin y la Casa Blanca el jueves, agregó Ushakov.
Precisó que la cumbre se realizará en un país neutro, que no especificó, alegando que se anunciará en una declaración conjunta en Washington. El sitio dijo que será “muy conveniente tanto para nuestro lado, como el de Estados Unidos”, dijo.
Austria había ofrecido que Viena fuera la sede de la cumbre. Algunos reportes de la prensa han mencionado Helsinki, la capital de Finlandia, como otra posible sede.
La cumbre incluirá conversaciones uno a uno entre los presidentes y concluirá con una conferencia de prensa conjunta, dijo Ushakov. Agregó que se espera que Trump y Putin emitan un comunicado conjunto.
Ushakov dijo que el Kremlin estaba satisfecho con las conversaciones con Bolton y las describió de “constructivas y formales”.
Las conversaciones tocaron los temas de los lazos bilaterales, el control de armas nucleares, la situación en Siria, la crisis ucraniana, temas relacionados con Corea del Norte y la salida de Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán. Ushakov dijo que todos estos temas formarían la agenda de la cumbre.
Agregó que el tema de la supuesta intromisión rusaen las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2016 surgió durante la reunión y el Kremlin reiteró su negación de haber interferido.
“Fue expresado claramente por nuestra parte que el Estado ruso no interfirió con la política nacional de Estados Unidos. Más aún, no interfirió en la elección de 2016”, dijo Ushakov.
Las sanciones de Estados Unidos a Rusia no se mencionaron, agregó.
Ushakov no hizo comentarios de lo que Rusia espera de la cumbre, pero expresó esperanza de que daría un “gran impulso” para normalizar las relaciones entre Estados Unidos y Rusia, y afirmó que sería “el evento internacional más importante de este verano”