Más Información
Un placentero viaje al origen de la gastronomía mexicana. Esa fue la gran experiencia que dejó la edición 2018 del Festival Raíces, bajo la guía de seis chefs de diferentes puntos del país que, inspirados en la cultura de sus lugares de origen, deleitaron los paladares de los asistentes con recetas tradicionales e ingredientes típicos de su región.
Rodeados de los extensos viñedos de la casa vitivinícola De Cote, más de 250 visitantes observaron con gran interés la preparación de los platillos sobre una cocina rústica, que fue colocada estratégicamente al centro del lugar.
El concepto fue ideado por el chef ejecutivo de la casa, Adán Flores, quien se inspiró en la cocina chontal y la tradición de las mujeres tabasqueñas, quienes preparan los platillos sobre estructuras hechas a base de adobe, tierra y barro, sin requerir “tanto aparato y tecnología”, a decir del creador.
Lejos del tradicional protocolo de “filipina blanca”, los chefs convivieron en un ambiente amistoso con los comensales, a quienes mostraron, sin formalismos, la magia detrás de cada platillo.
Los chefs añadieron su toque personal a los manjares preparados, los cuales fueron perfectamente maridados con los vinos de la casa jóvenes sin barrica, de reserva y gran reserva, que fueron elegidos bajo las recomendaciones de los sommeliers
y el enólogo de la bodega.
Utilizando técnicas ancestrales y diferentes utensilios tradicionales como el comal, los representantes de Querétaro, Guanajuato, Ciudad de México, Chiapas, Oaxaca y Baja California Sur, compartieron con el público las dimensiones culturales de cada expresión culinaria.
Entre la gran variedad de platillos servidos, destacó un taco de conejo en adobo de chile puya con mulato y un confit de cerdo, cocinado por el chef Alan Carias, quien decidido a recuperar y promover la tradición culinaria de San Miguel de Allende, Guanajuato, emprendió una investigación que le permitió recuperar y reproducir antiguas recetas.
No podía faltar la sazón del chef anfitrión, quien con dos platillos inspirados en la tradición indígena de Boyé de Cadereyta de Montes y Amealco: una barbacoa de guajolote y un exquisito mole de borrego al estilo hñähñu, satisfizo la curiosidad por el sabor de los presentes.
Además de la muestra gastronómica, la artista plástica Linda Sánchez, presentó su colección pictórica titulada “Raíces”, en la que a través de 28 piezas realizadas con la técnica de óleo sobre madera, realzó la belleza de las raíces purépechas, otomíes y mazahuas de México.
Así mismo, la convivencia fue enmarcada por agapandos blancos y morados, cultivados por la misma casa vitivinícola, que acompañaron el paso de los visitantes hacia la cocina rústica. Además fueron expuestos monumentales alebrijes, en memoria de Pedro Linares, creador de estas figuras extrañas de colores alegres y vibrantes.
Para finalizar el banquete, los asistentes endulzaron el momento con manzanas caramelizadas
y algodones de azúcar, mientras disfrutaban de la participación musical del grupo “Sentimiento Acústico”, que con maestría interpretó canciones tan icónicas como “La Bamba” y “Noches de Barcelona”.