El Departamento de Pesca y Vida Silvestre de Oregón (ODFW, por sus siglas en inglés) comenzó el sacrificio de leones marinos que migran desde California para proteger a salmones en peligro de extinción, según dijeron hoy autoridades de la entidad.
Bryan Wright, biometrista de mamíferos marinos de ODFW, aseguró que "como biólogos es un golpe duro, porque no estudiamos para eliminar especies, sino para entenderlas y protegerlas, pero hasta ahora no hemos conseguido reducirlos (a los leones marinos) con las técnicas de reubicación y aparatos acústicos para asustarlos".
"Hemos tenido que optar por una segunda opción, en pro de proteger otras especies en peligro de extinción", mantuvo Wright. Hasta hoy habían capturado para sacrificio a cuatro ejemplares que se encontraban en las cataratas del Willamette.
"Hay unos 53 ejemplares seleccionados para ser sacrificados (...), pero sabemos que la agencia no matará a más de 40 este año", dijo Wright. "Mediante inyecciones letales, sacrificamos a los seleccionados, que son siempre machos adultos de entre 9 y 15 años", agregó.
El congreso dio permiso para sacrificar hasta 93 leones marinos procedentes de California si se prueba su impacto negativo.
El pasado mes de diciembre, se modificó la ley de protección de animales marinos, vigente desde 1972, bajo el dato de que la población de leones marinos se ha multiplicado por diez desde entonces, de 30 mil a 300 mil ejemplares.
Wrigth sostuvo, no obstante, que la población "ha dejado de crecer". Los estados de Oregón, Idaho y Washington han comenzado a luchar contra esta especie, que devora los bancos de salmón y es capaz de nadar desde el Océano Pacífico hacia el interior, un recorrido de más de 150 kilómetros.
En Oregón, el salmón se congrega en la presa de Bonneville y en las cataratas de Willamette, hasta donde suben los leones marinos desde la desembocadura del río Columbia.
El biólogo aseguró que unos 15 mil leones marinos habían vuelto a las aguas del Pacífico este invierno.
"Normalmente llegan en invierno desde California hasta el sur de Alaska y, tras volver a casa para aparearse desde mayo a agosto, vuelven a subir cada año al norte, ya que conocen el hábitat", manifestó Wrigth.
"Esperamos que, al reducir la población, el año que vienen vengan menos y así cada año disminuya la población gradualmente", indicó.
Los expertos de ODFW asocian los cambios de hábitat y el cambio climático con la desaparición del salmón, y esperan que la disminución del león marino en el área ayude, además, a frenar la desaparición de orcas locales, que dependen del salmón como fuente de alimento.
bft