El módulo espacial InSight se prepara para hacer frente a los llamados "siete minutos de terror" justo antes de aterrizar en Marte, "una de las partes más intensas de mi misión", asegura el aparato en Twitter, donde ha pasado meses contando en primera persona las vicisitudes de su largo viaje.
Está previsto que la misión Insight de la NASA llegue a Marte hoy hacia las 13:00 horas de México, momento en el que habrá recorrido en seis meses la distancia que le separa al planeta rojo de la Tierra.
Los "siete minutos de terror" son los más delicados de la misión, cuando atraviese la atmósfera a casi 20 mil kilómetros por hora y en ese tiempo tenga que reducir su velocidad a solo cinco kilómetros para poder posarse con seguridad en la superficie marciana.
"Es una de las partes más intensas de mi misión. Empieza cuando llegue a la zona alta de la atmósfera marciana y dura unos seis minutos y medio, hasta que aterrice con seguridad", explicó hace unas horas InSight junto a una de las muchas recreaciones del momento que ha subido a su Twitter.
Se trata de un proceso que puede calificarse de cualquier cosa menos fácil. De hecho, el módulo Schiaparelli del proyecto ExoMars no superó esa complicada fase y acabó hecho pedazos contra el planeta rojo en octubre de 2017.
La Nasa ha querido dar vida propia al módulo espacial en las redes sociales, una manera de acercar su misión y la ciencia al gran público, que podrá seguir el arriesgado amartizaje en directo incluso en la neoyorquina plaza de Times Square.
InSight se ha revelado como un ingenio con sentido del humor. "Es bueno que los robots no puedan sudar. Solo dos días más en el maratón para llegar a Marte".
Una vez en Marte, si todo va bien, InSight tiene un largo trabajo por delante para analizar "el corazón" del segundo planeta más pequeño del Sistema Solar, después de Mercurio.
Hasta ahora las misiones a Marte han capturado imágenes de la superficie, estudiado rocas, excavado en la tierra y buscado pistas sobre el agua que alguna vez fluyó, pero nunca se ha indagado en su interior.
El módulo espacial auscultará así el interior del planeta para lo que usará una excavadora mecánica que perforará a cinco metros de profundidad, donde medirá la temperatura interna y seguirá cualquier movimiento interno con ayuda de un sismógrafo.
bft