Un joven falleció el miércoles tras ser golpeado por una bomba lacrimógena durante una protesta contra el gobierno de Nicolás Maduro y otros dos murieron el martes debido a disparos, dijeron autoridades, elevando a 29 los fallecidos desde fines de marzo, cuando empezó una ola de manifestaciones en Venezuela.

En Caracas, miles de personas intentaron llegar marchando al centro de la ciudad, pero, como en manifestaciones previas, fueron reprimidos por las fuerzas de seguridad con gases lacrimógenos y camiones hidrantes.

El alcalde del municipio capitalino de Chacao, el opositor Ramón Muchacho, dijo que un joven de 20 años -a quien no identificó- ingresó a una clínica sin signos vitales, proveniente de la manifestación. Una portavoz confirmó que fue golpeado en el pecho con una bomba lacrimógena.

"Nuestro personal médico y paramédico realizó maniobras de resucitación cardiovascular por más de 40 minutos sin obtener resultados", dijo Muchacho en su cuenta de Twitter.

Por otra parte, Christian Ochoa, de 22 años, recibió "varios" impactos de bala el lunes tras salir de su casa, en la ciudad central de Valencia, y cruzarse con un grupo de personas que participaba en una protesta contra Maduro, explicó el Ministerio Público, sin dar detalles.

Ese mismo día, en otras ciudades del país petrolero, casi una decena de personas resultó herida de bala en medio de disturbios, cuatro de los cuales fallecieron.

En Táchira, un estado fronterizo con Colombia, murió Efraín Sierra de 28 años, informó el miércoles el gobernador José Vielma, quien agregó que la víctima recibió un impacto de bala en el estómago y no participaba en las protestas que han sacudido al país en las últimas semanas.

"TERRORISTAS"

Una polémica sentencia del máximo tribunal del país, que se arrogó competencias parlamentarias a fines de marzo, detonó en reclamos internacionales y una nueva la ola de protestas contra Maduro, la peor desde la de 2014 que dejó 43 muertos.

El gobierno socialista de Maduro acusa a sus adversarios de intentar un golpe de Estado en su contra, con ayuda de Estados Unidos, mientras que la oposición ha calificado al mandatario como un "dictador" que ordena reprimir brutalmente las marchas.

Los simpatizantes del presidente Maduro también salieron a las calles de la capital, en una marcha que denominaron "por la paz y contra el terrorismo".

Los líderes opositores han dicho que seguirán en las calles de Venezuela hasta que se cumplan todas sus exigencias: elecciones adelantadas, liberación de un centenar de presos políticos, autonomía de los poderes públicos y el ingreso de un canal humanitario que alivie la escasez de comida y medicinas.

"Pacífica y democráticamente estamos una vez más en la calle", dijo Aymar Castillo, una dirigente política que participó de una marcha en la sureña Ciudad Bolívar.

"No hay perdigón, no hay bomba lacrimógena, no hay Guardia Nacional que pare el clamor del pueblo", agregó antes de que, acompañada de cientos de personas, marchara hasta la sede de la Defensoría del Pueblo.

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