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Yakarta.- Las autoridades de Indonesia elevaron este martes a 429 el número de muertos tras el tsunami que golpeó el sábado pasado el litoral del estrecho de Sonda, donde los equipos de rescate siguen la búsqueda de más víctimas.
Más de mil 400 personas han resultado heridas y otras 158 están reportadas como desaparecidas en la zona noroeste de Java, una de las grandes islas que comprende el país, revelaron las autoridades locales.
Más de 600 viviendas y al menos nueve hoteles fueron destruidos o severamente dañados tras el paso del tsunami, mientras más de 16 mil personas han sido desplazadas, según Sutopo Purwo Nugroho, vocero de la Agencia Nacional de Mitigación de Desastres de Indonesia.
El tsunami probablemente fue causado por deslizamientos de tierra bajo el agua que se produjeron tras la potente erupción del volcán Anak Krakatoa en el estrecho de Sonda, a unos 90 kilómetros de la costa de Java, indicó la Agencia Meteorológica, Climatológica y Geológica.
La devastación pudo haber sido exacerbada por un inoperable sistema de alerta temprana de tsunamis que, debido a la falta de fondos, vandalismo y problemas técnicos, no ha estado operando desde 2012.
El tsunami golpeó playas del sur de la isla de Sumatra y del extremo occidental de Java alrededor de las 21:30 hora locales (14:30 GMT) del sábado, tras la erupción del volcán considerado el "hijo" del legendario Krakatoa, el Anak Krakatoa.
Según los expertos, la catástrofe del sábado se debió a una erupción moderada del Anak, que causó un hundimiento submarino de una parte del volcán y el desplazamiento de grandes masas de agua.
Los rescatistas trataron este martes de llevar su ayuda a las regiones devastadas por el tsunami que siguió a una erupción volcánica en Indonesia, pero la falta de agua potable y de medicamentos complicaba su tarea y afectaba a miles de personas refugiadas en centros de emergencia.
Los trabajadores humanitarios advertían contra los riesgos de crisis sanitaria, mientras sigue la alerta por marea alta hasta el miércoles.
Señala la policía que están llevando a cabo operaciones de rescate con la ayuda del ejército, autoridades locales, y miembros de la sociedad civil.
Se buscan "supervivientes potenciales" entre escombros, que aún están como estaban después del tsunami y "no han sido levantados con maquinaria pesada".
"Muchos niños están enfermos, tienen fiebre, dolor de cabeza y no tienen suficiente agua", explicó Rizal Alimin, un médico de la ong Aksi Cepat Tanggap, en una escuela transformada en refugio improvisado.
Brigadas de socorristas con excavadoras y otros equipos pesados intentaban despejar los escombros esparcidos por el maremoto.
Algunos rescatistas trabajaban simplemente con las manos para levantar objetos con la esperanza de hallar desaparecidos. Entretanto, miles de personas han sido evacuadas a zonas de altura.
Dos barcos del gobierno abastecen a varias islas cercanas a las costas de Sumatra, donde los habitantes están atrapados.
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