Myrtle Beach, Carolina del Sur.— Más de 10 millones de personas se encuentran bajo la amenaza del enorme huracán Florence, que se aproxima a las Carolinas, mientras las autoridades alertaban que se agotaba el tiempo para huir.
“¡Váyanse ya!”, fue la advertencia lanzada a los estadounidenses que se ubican en la zona donde se prevé golpeará el meteoro. Ante los nuevos pronósticos que revelan una amenaza más al sur, el gobernador de Georgia se unió a sus contrapartes de Virginia, Carolina del Norte y Carolina del Sur para declarar el estado de emergencia, y algunos residentes que pensaban que estaban a salvo comenzaron a tapiar sus casas. Maryland y Washington D.C. hicieron lo propio. Las órdenes de evacuación alcanzan a 1.7 millones de personas en las dos Carolinas y Virginia.
De acuerdo con el Servicio Nacional del Clima, más de 10 millones de personas viven en zonas bajo advertencia u observación por vientos huracanados o de tormenta tropical.
Florence, que cayó a categoría dos, redujo sus vientos máximos sostenidos a 184 km/h, pero no su peligrosidad; llegará a las Carolinas el viernes. Una vez que eso suceda, se prevé que alentará más el paso, lo que significa más lluvias y vientos por más tiempo.
El Centro Nacional de Huracanes señaló que los vientos se extienden hasta 114 kilómetros desde el centro del sistema. Los vientos con fuerza de tormenta tropical ahora se expanden hasta 315 km. En la Casa Blanca, el presidente Donald Trump exhortó: “No jueguen con éste. Es grande”.
Según los pronósticos, Florence causará graves inundaciones, descargando hasta casi un metro de lluvia en algunas áreas.
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