La Habana.— Un tornado azotó varios distritos de La Habana el domingo por la noche, dejó al menos cuatro muertos y varios heridos a su paso, que redujo construcciones a ruinas e hizo volar techos.
El tornado, que dejó a buena parte de La Habana sin electricidad, fue el primero en golpear la capital cubana en décadas y fue descrito por el diario del gobernante Partido Comunista como un evento “extraordinario”. “Se sentía como el motor de un avión enorme”, dijo Julio César García Martínez, residente del barrio 10 de Octubre, uno de los más afectados. “Los techos caían”, agregó mientras miraba una gigantesca palmera que había aplastado su vehículo de marca Lada. El presidente Miguel Díaz-Canel visitó en la madrugada uno de los distritos más afectados: Regla.
“Estamos recorriendo lugares afectados por fenómeno atmosférico de gran intensidad en Regla. Los daños son severos, hasta el momento lamentamos la pérdida de tres vidas humanas y se atienden 195 heridos. Varias brigadas trabajando ya en el restablecimiento”, escribió en Twitter.
El primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Salvador Valdés Mesa, dijo en su Twitter que “ningún cubano que lo necesite quedará sin atención” porque “un huracán de solidaridad acude en su ayuda”.
Los daños preliminares cuantificaron mil 238 viviendas afectadas, 124 de ellas en derrumbe total. También siete instituciones de salud, 46 escuelas, 21 guarderías infantiles, así como gran cantidad de postes de tendido telefónico y eléctrico, informó Juan Montalvo, funcionario del gobierno provincial. Cerca de un millón, de los 2.1 millones de habitantes de La Habana, quedó a oscuras inicialmente; no obtante, ahora restan unos 220 mil, dijo Montalvo.
Julio Menéndez, quien trabaja en un restaurante en el municipio 10 de Octubre de La Habana, relató que estaba en su casa anoche cuando oyó un estremecimiento indescriptible. “De momento se sintió un ruido como si fuera un avión cayéndose. Lo único que hice fue abrazar a las niñas”, dijo Menéndez, quien tiene 33 años y dos hijas de nueve y 12 años.
A varios kilómetros, en el municipio de Guanabacoa, María Esther Linares vio cómo se desplomó parte del techo de su casa y, temiendo por su vida y la de sus dos nietas pequeñas, salió a buscar ayuda cuando una ráfaga de viento la arrastró por los aires provocándole la muerte, relató su nieto Yoelkis Dip. Medios de comunicación estatales advirtieron a los residentes en el oeste de Cuba que un frente frío que se aproxima desde el norte y los vientos del sur crearían fuertes vientos y tormentas eléctricas.
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