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El presidente estadounidense Donald Trump quiso tranquilizar a los más de 750 mil jóvenes protegidos de la deportación por el programa de Acción Diferida para Llegados en la Infancia (DACA, por la siglas en inglés) implementado por su predecesor, Barack Obama, que “no se preocupen” porque no serán expulsado de los Estados Unidos.
En una entrevista a Associated Press, el presidente reiteró su compromiso de no tocar a los denominados dreamers del programa DACA, algo que esta semana se puso en duda por el reporte de que Juan Manuel Montes, un joven mexicano que tendría protección, habría sido expulsado a mediados de febrero.
“No voy a por los dreamers, vamos a por los criminales (…) Esa es nuestra política”, aseguró Trump. A principios de su mandato, el presidente aseguró que el caso de los jóvenes indocumentados protegidos de la deportación lo iba a tratar “con corazón”.
La Casa Blanca y toda la administración defendieron durante toda la semana la acción de expulsión de Montes, quien denunció al gobierno de Trump para exigir información para justificar que, según sus abogados, se convirtiera en el primer que según sus abogados fue el primer dreamer deportado.
De hecho, sobre ese caso, Trump dijo que era “un caso de dreamer un poco diferente”, sin dar detalles de por qué. El secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, reiteró en varias entrevistas televisivas desde la frontera con México que Montes perdió su protección, que se le había concedido hasta 2018, por culpa de su “mal comportamiento”, véase la entrada irregular al país y ser condenado por hurto en el verano de 2016.