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El desdén del mandatario estadunidense Donald Trump por las encuestas de opinión desfavorables quedó evidenciado hoy de nueva cuenta, cuando reenvió a sus seguidores en redes sociales un sesgado sondeo entre usuarios de Twitter, según el cual es mejor presidente que Barack Obama.
El sondeo, sin ningún rigor científico o metodología, fue música para los oídos del gobernante después que una encuesta de la Universidad Quinnipiac, dada a conocer la semana pasada, dio cuenta de una caída en el apoyo popular hacia el mandatario, incluso entre los republicanos.
Un 76 por ciento de los 28 mil 589 seguidores de la cuenta ProgressPoll que respondieron a la pregunta ¿quién es mejor presidente de Estados Unidos?, dijo que Trump, en tanto que 24 por ciento se pronunció por Obama.
El portal IndependentReport.Net señaló empero que la gran mayoría de los seguidores de esa cuenta son simpatizantes del mandatario, o bien conservadores.
En el pasado Trump desestimó como falsas o amañadas las encuestas que arrojaron resultados desfavorables, como parte de su abierta guerra contra la prensa crítica, favoreciendo o dando credibilidad a reportes benévolos.
La organización de noticias Vice News, citando fuentes de la Casa Blanca, reveló el martes que el presidente recibió hasta hace poco un compendio diario de noticias y reportes favorables.
La compilación, según lo revelado por empleados y exempleados de la residencia presidencial, incluía artículos, entrevistas, mensajes en redes sociales y, ocasionalmente, fotos del mandatario en la televisión en las que lucía "poderoso".
La compilación le era presentada dos veces al día al mandatario por el entonces secretario de Prensa, Sean Spicer, o por el jefe de Gabinete, Reince Priebus, la primera a las 09:30 de la mañana, y la segunda a las 16:30 de la tarde.
Las fuentes dijeron a Vice News que la única directiva para esta compilación, preparada por funcionarios del Partido Republicano y calificada por algunos en la Casa Blanca como propaganda, es que el contenido debía ser totalmente positivo.
En una respuesta a Vice News vía correo electrónico, Spicer rehusó comentar sobre el material que compartía con el presidente durante su corta estancia en la Casa Blanca, y aseguró que el reporte no era preciso “en varios niveles”.