El líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegaron el martes a la sede de su histórica cumbre en Singapur, en momentos en que ambos buscan reducir las diferencias sobre cómo terminar con una disputa sobre el programa nuclear de Pyongyang.
Mientras Trump era optimista sobre las perspectivas de la primera reunión en la historia de los líderes de ambos países, el secretario de Estado, Mike Pompeo, inyectó una cuota de cautela, diciendo que aún hay que ver si Kim es sincero sobre realmente está disponible para una desnuclearización.
Luego del apretón de manos, el presidente estadounidense, Donald Trump, pronosticó hoy que desarrollará "una relación estupenda" con el líder norcoreano, Kim Jong Un.
"Tendremos una relación fantástica, no tengo ninguna duda", dijo Trump, sonriendo junto a Kim, ante la prensa de todo el mundo.
Funcionarios de ambos países sostuvieron conversaciones de último minuto para sentar las bases de la cumbre entre los antiguos enemigos, un evento casi impensado hace sólo meses, cuando intercambiaban insultos y amenazas que generaron temores de una guerra.
Trump fue el primero en llegar al Capella Hotel en Sentosa, una isla turística frente al puerto de Singapur con hoteles de lujo, un parque temático de Universal Studios y playas artificiales.
mdgm