Más Información
A un año de que la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) inició el proyecto para crear su propia vacuna contra el Covid-19, la casa de estudios aún necesita 20 millones de pesos para culminar la investigación, siendo la última fase la prueba de la vacuna en humanos.
Hasta ahora, con apoyo de instituciones de gobierno, iniciativa privada y la propia comunidad universitaria, la UAQ ha invertido alrededor de 8 millones de pesos en este proyecto, el cual presenta un avance de 80%, y que es gestado en el laboratorio de inmunología y vacunas de la Facultad de Ciencias Naturales de la UAQ, campus aeropuerto.
Sin embargo, el doctor encargado del proyecto, Juan Joel Mosqueda Gualito, advirtió que, aunque la elaboración de la vacuna reune grandes avances y se tienen resultados positivos en las pruebas con animales, aún falta la tarea más difícil y la más costosa, realizar tests en humanos y cumplir con los requerimientos sanitarios de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
“Desde septiembre estamos probando en animales y hemos demostramos que la vacuna es segura, no causa efectos tóxicos y genera anticuerpos, lo que sigue es hacer pruebas de eficacia, tenemos que demostrar que esos animales vacunados son capaces de bloquear el virus, y para hacer esas pruebas necesitamos un equipo especial que hasta hace un par de meses no existía en nuestro país, estamos esperando que se monten esos sistemas con nuestros colaboradores para continuar con las pruebas.
“La última parte de eficacia es necesaria para nosotros, pedir autorización a Cofepris para que nos permitan hacer pruebas de nuestra vacuna en humanos, nos encantaría hacerlo lo antes posible, pero dependemos de que el equipo necesario llegue al país. Nosotros calculamos que con 20 millones de pesos terminaremos el resto de nuestra investigación, que serían los tests en humanos, después de eso el trabajo está a cargo de las empresa que decidan comprar nuestra vacuna”.
A contracorriente
Fue en marzo de 2020, cuando recién iniciaba la pandemia por Covid-19 en Querétaro, que la UAQ comenzó a trabajar en la fabricación de la vacuna Quivax.
Un equipo conformado por 15 personas, entre doctores, académicos y estudiantes, ha trabajado desde entonces en obtener resultados positivos y lo han hecho a contracorriente, pues la casa de estudios no cuenta con recursos económicos suficientes para sustentar la investigación ni tampoco cuenta con el equipo necesario para hacer las pruebas correspondientes, por lo que la elaboración de la dosis tuvo retrasos.
El contratiempo más importante, señaló Mosqueda Gualito, es el económico, pues al tratarse de una vacuna para humanos, los gastos en investigación aumentan considerablemente.
A lo largo del último año de investigaciones también se han enfrentado a la falta de insumos y de equipamiento para continuar con pruebas y experimentos necesarios; este aspecto, dijo, no es propio de la UAQ, sino que se vive en todo el país, y afecta a las cinco universidades que actualmente trabajan en crear su propia vacuna contra el coronavirus.
“Además del económico, la falta de insumos es un gran contratiempo, nuestro material de trabajo tarda 150% más de tiempo en llegar desde que estamos en pandemia, es decir, si antes un producto tardaba en llegar dos meses, ahora llega hasta en seis; seguramente todos los laboratorios a nivel mundial están usando los mismos reactivos para hacer los experimentos, por eso las importaciones son tan lentas.
“La elaboración de vacunas es un proceso muy costoso, las personas a veces dicen: ‘¿Cómo es posible que en un año no tengan nada?’, y yo les digo que la falta de recursos es un gran problema, los grandes laboratorios trabajan con cientos de millones de dólares, ese no es nuestro caso, nosotros pedimos apoyo de las autoridades, de la inversión privada, estamos siempre pendientes de las convocatorias para obtener fondos”, dijo el investigador.
Mosqueda Gualito resaltó la importancia del conocimiento adquirido por los alumnos involucrados en el proyecto, pues desde hace 20 años en México no se elaboran vacunas para humanos, y por eso “esta es una gran oportunidad para ellos, es un procedimiento completamente distinto al de elaboración de vacunas para animales, que es principalmente lo que realizamos aquí en el laboratorio de inmunización”.
Apoyar lo hecho en México
Por su parte, Diego Hernández, encargado del laboratorio de inmunización donde se produce esta vacuna, pide a la sociedad reconocer los proyectos realizados en las universidades, como lo es Quivax, la dosis contra el Covid.
“En México tenemos la capacidad de producir lo que queramos, como es el caso de la vacuna, estos proyectos no tienen la inversión necesaria a pesar de tener a gente brillante liderando. Somos malinchistas, no creemos en lo que hacemos en nuestro país”.
El 27 de marzo la UAQ realizará una actividad de recaudación de fondos llamada Vacunatón en varios puntos de la ciudad.