Tus besos son únicos, lo comprueba la ciencia forense. Resulta la forma de los labios y de cada surco hace a tus labios irrepetibles.
Ni siquiera los gemelos homocigotos tienen los mismos labios, eso los hace útiles para la identificación de personas.
La ciencia forense se ha dedicado a clasificar cada parte de los labios con el fin de desarrollar un código único para las huellas labiales, este método se llama queiloscopía.
“Las huellas labiales son el registro de los surcos, los cuales son únicos y son perennes, se mantienen para toda la vida”, explica la doctora Ivet Gil-Chavarría miembro de la Unidad de Identificación de la Licenciatura en Ciencia Forense de la Facultad de Medicina de la UNAM
Tus labios se formaron desde que estabas en el vientre de tu madre, entre la cuarta y la sexta semana de gestación y nunca cambian.
“El único cambio que podría haber sería la elasticidad por la vejez, mostrando abatimiento de las comisuras, pero los surcos y los rasgos distintivos de los labios son los mismos”, detalla Ivet Gil-Chavarría.
La queiloscopía es parte de la identificación odontológica, se basa en la morfometría del registro labial. En ella se clasifica cada surco. “Se dividen los labios en cuatro cuadrantes a fin de analizarlos. Se describe cada cuadrante con una especificación alfa numérica para generar un código único”, dice la experta.
En el análisis se describen las formas de los surcos y las comisuras de los labios. Cada característica tiene asignada una letra y número, de tal modo que al terminar el registro se genera un código, este es único en para cada persona.
Gracias al código generado de pueden comparar distintas huellas mediante un análisis estadístico. En México no existe un banco de huellas labiales,pero el Laboratorio de Antropología y Odontología Forense de la UNAM a cargo del doctor Mirsha Quinto y la doctora Ivet Gil Chavarría desde el año pasado lanzó la campaña “Dona un beso a la ciencia” con el fin de formar parte de la Colección Odontóloga Nacional de Interés Forense única en el país donde se resguardan modelos dentales, radiografías, donación de dientes extraídos y huellas labiales.
“Estos registros son importantes para la ciencia forense porque permiten la identificación de personas y pueden ayudar a la resolución de delitos”, expone Gil-Chavarría.