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Investigadores de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) desarrollan una gomita de mango, hecha a base de bagazo de mango, para combatir la obesidad infantil.
El confite proporcionaría fibra a la dieta de los niños.
“Nos dimos cuenta de que se han desarrollado muchos productos enfocados en adultos, para coadyuvar estas enfermedades que ya padecen; pero no estábamos poniendo atención en una población que en un futuro van a ser adultos. Por otro lado, los niños nunca van a dejar de consumir dulces y generalmente, comen pocas verduras y fibras, por lo tanto tienen un déficit de consumo de fibra. Ahí comenzamos a ver de dónde podríamos conseguir más fibra”, expresó Marcela Gaytán Martínez.
El dulce es producido por un grupo de investigadores de la Facultad de Química, ganador del 2º lugar del Premio Alejandrina a la Investigación convocatoria 2020.
Además, con la gomita se aprovechan partes de la fruta que no se emplean en la industria y que además son fuentes de fibra.
“La industria que procesa el refinado de la pulpa del mango deja como subproductos el hueso, la cáscara y el bagazo de esta fruta; mismas que poseen una alta cantidad de fibra todavía aprovechable”, agregó.
El dulce de mango ya tiene una buena aceptación entre niños de 8 y 12 años.
La obesidad infantil en México
En México uno de cada 20 niñas y niños menores de 5 años, y uno de cada 3 de entre los 6 y los 19 años padece sobrepeso u obesidad, de acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, por sus siglas en inglés).
El sobrepeso y la obesidad, que favorecen la aparición de enfermedades crónico – degenerativas como la diabetes así como problemas cardiovasculares, tienen en la mala nutrición su origen más importante; sobre todo cuando no se incluye en la dieta habitual de niños y adolescentes una cantidad suficiente de vegetales y fibra.