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“Algunos piensan que comer saludable es caro, que la comida sabe mala y aburrida, pero no es así, nosotras queremos cambiar ese chip”, comentan las hermanas Brenda y Berenice Galán Guzmán, quienes desde hace cuatro meses emprendieron un negocio de alimentos saludables llamado Verde Tentación, situado en el Centro Histórico de la ciudad de Querétaro.
Poco a poco, las hermanas Galán se han hecho de clientes, sobre todo oficinistas que han visto resueltos sus problemas alimenticios por la falta de tiempo y de espacios dónde comer alimentos nutritivos, incluso orgánicos.
Además de vender comida en el número 99 A de la avenida 5 de Mayo, también ofrecen entregas a domicilio, un modelo alimenticio llamado ‘retos’, que consta en llevar desayuno, almuerzo y comida todos los días a las oficinas de sus clientes.
Al cliente lo que pida
“Lo que nos diferencia de los demás lugares de comida saludable es nuestra apertura para preparar lo que el cliente pida y no sólo lo que encuentre en la carta. Nosotros no vendemos omelets, pero preparamos eso siempre que el cliente lo pida, en otros negocios no hacen eso. Preparamos las cosas como si fueran para nosotros, preparamos todo en el momento para que la comida esté fresca”, comenta Brenda Ivette, quien desde hace tiempo se alimenta de manera saludable y que busca con su negocio, romper los estereotipos que se tienen sobre este tipo de lugares.
Desde pequeñas, Brenda y Berenice se adentraron en el mundo de la cocina, gracias a su madre, por eso su idea de atender al cliente se basa en preparar comida sana, limpia y bien servida como si fueran platillos preparados para ellas o para sus familiares. Los platillos generalmente se preparan con distintos ingredientes como verduras, pollo, jamón, pescado y pan.
La mayoría de sus productos son orgánicos y de precios accesibles que oscilan entre 17 y 45 pesos. “Que nuestros platillos sean accesibles es parte de lo que queremos mostrar a la gente, que a veces gastas más en comer tres gorditas llenas de grasa que en un baguette que te cuesta 35 pesos y que te va a dejar más satisfecho”, asegura Berenice.
Brenda explica que en Verde Tentación “Todo lo preparamos al momento, todas las verduras son frescas, por eso nos tardamos un poquito porque no es comida rápida, lo hacemos con mucho cuidado, como si fuera para nosotros. Siempre nos ha gustado cocinar, mi mamá cocina mucho, tal vez no son platos con mucha ciencia, pero nos preocupamos porque sea delicioso y saludable. La gente cree lo comer sano es alimentarse de pura lechuga y no es así. Manejamos platillos también para personas vegetarianas, tratamos de tener comida para cualquier tipo de cliente”.
Pocas opciones
La necesidad de emprender este negocio de comida saludable surgió de dos factores, el desempleo temporal y la falta de lugares en el Centro Histórico que ofrecieran este tipo de menús.
Brenda es abogada, pasó algunos meses sin encontrar trabajo, durante ese tiempo en que se dedicó a preparar ensaladas para venderlas entre sus amigos y conocidos, la respuesta fue tan buena, que de ahí surgió la idea de crecer su pequeño negocio y comercializar alimentos sanos.
Al proyecto se unió su hermana Berenice y entre las dos consiguieron un préstamo para echar a andar el negocio, que la mayor parte del tiempo es atendido por ellas, aunque cada una sigue con sus actividades profesionales.
Enfrentar la apatía
La primera complicación, además de encontrar el espacio físico adecuado para comenzar con el emprendedurismo, ha sido la resistencia de la gente que a menudo entra al lugar sólo para preguntar dónde venden churros o gorditas.
“La verdad nosotros pensamos que la gente tenía una alimentación más sana, eso nos ha costado bastante, la gente entra al lugar para preguntarnos por los churros o por las gorditas. Ese ha sido el mayor reto, la gente está acostumbrada a comer lo más rápido, lo más grasoso, que llena por un momento, pero no nutre”, dice Berenice.
Ambas hermanas ya contaban con una modesta cartera de clientes que gustan de sus comidas saludables; sin embargo, eso no era suficiente para sacar a flote el negocio. Por eso implementaron una serie de programas semanales llamados ‘retos’, que consisten en preparar y entregar a domicilio desayunos, almuerzos y comidas.
“Para conseguir clientes que se interesen en los retos, vamos a las oficinas, les contamos sobre el restaurante, les damos los flyers para que nos conozcan y se lo propusimos también a los clientes más frecuentes, a los que notamos que nos pedían comidas muy seguido y luego a veces batallaban porque se les hacía tarde y no comían a sus horas, le propusimos esta dinámica. Y es un ahorro porque no es lo mismo un reto semanal en el que pagas 500 pesos, a estar pidiendo tres comidas al día durante toda la semana, gastan más de esta forma.
“También manejamos smoothies, que son tipo frappé, los hacemos de frutas o verduras. Hay uno que es de mango, dátil, espinaca, avena y leche de avena, es delicioso, un shot de vitaminas”, agrega Berenice.
Planes a futuro
Aunque Verde Tentación es todavía una microempresa joven, Brenda y Berenice tiene planes para reforzar el concepto del negocio. Planean instalar un área de supermercado donde los clientes, además de comer, puedan llevar a casa productos orgánicos. También planean vender pizza hecha a base de coliflor.
“Queremos crecer en esta idea del supermercado donde además de venir a comer aproveches y puedas llevarte a tu casa huevo, chía, ingredientes que no son comunes de encontrar y que sean más baratos, que estén limpios. También queremos vender pizza [elaborada] a base de coliflor, está muy rica, estamos perfeccionando la preparación, puede prepararse de jamón, champiñones, pimiento, ese sería nuestro siguiente proyecto.
“Buscamos tener contacto con la gente para que nos digan qué les parece [la comida], qué podemos mejorar, que les gusta y que no”, cuentan las hermanas.