Las comunidades de la Sierra Gorda de Querétaro que aún no cuentan con servicio de agua potable, podrían solucionar dicha situación a través de un condensador de humedad que genere más de 20 litros de agua al día utilizando únicamente las condiciones climatológicas, es decir, 60% de humedad generada por el ambiente.
Estefana Soto Rivera y Rubén Galicia Becerra son los desarrolladores del condensador de humedad llamado AQUERA, que por el momento se realizó a escala y puede crear un litro de agua al día. Sin embargo, los jóvenes aseguran que con la inversión suficiente podría crearse un condensador capaz de generar 20 litros de agua diarios, pues señalan que la Sierra Gorda de Querétaro cuenta con un clima ideal para este tipo de sistemas alternativos de abastecimiento de agua.
“A escasas dos horas de la capital hay comunidades que no tienen acceso al agua potable por tubería, pero esas mismas comunidades tienen las condiciones climatológicas que sirven para este tipo de proyectos, que son de alta humedad ambiental y temperaturas correctas.
“Para el funcionamiento ideal se necesita 60% de humedad y una temperatura de 25 grados, con esas condiciones en nuestro prototipo a escala podemos generar un litro de agua al día, pero el reto es que sean mínimo 20 litros de agua, se necesita la misma temperatura, sólo debemos ser más eficientes en condensar la humedad. En toda la sierra tenemos más de 60% de humedad sin importar la temporada del año. En los casos en donde se encuentra menos humedad se registra arriba de 50%, es decir, siguen siendo buenas condiciones”, cuenta Rubén.
AQUERA es un condensador que toma la humedad del aire para condensarla y obtener agua líquida, es lo mismo que ocurre de manera natural en el medio ambiente cuando se crea el punto de rocio.
Las primeras pruebas se realizaron hace más de año y medio en las comunidades de Peñamiller y Pinal de Amoles. Estefana y Rubén invirtieron 16 mil pesos en crear el prototipo a escala, los recursos se obtuvieron a través de un fondo para apoyar a emprendedores aportado por el Instituto Tecnológico de Querétaro, donde Estefana estudió Ingeniería y Gestión Empresarial y Rubén Ingeniería Mecatrónica.
Luego de participar en concursos locales y nacionales donde dieron a conocer el proyecto, los jóvenes queretanos planean dar el siguiente paso, registrar el proyecto como propiedad intelectual y posteriormente instituir una empresa.
Para lograr esto, el proyecto debe funcionar al menos un año en alguna comunidad y generar 20 litros de agua al día, así se comprobará que es viable para las familias que obtienen agua a través de pipas.
“Para generar un condensador grande necesitamos recursos humanos, gente que lo arme, tenemos pensado conseguir recursos en convocatorias, ver si nos apoya la Comisión Estatal de Aguas (CEA), estamos sondeando eso, hacía allá vamos. Esperemos que el próximo año tengamos el equipo funcionando para hacer las pruebas que nos están pidiendo. Necesita estar funcionando un año en la comunidad para validar el producto, en este año veríamos fallas, qué hace falta, cómo funciona, buscamos registrarlo como propiedad intelectual, que sea una empresa dada de alta.
“Para todo esto nos hemos basado en experiencias de éxito registradas en países como Chile y Francia. Si en otros lados lo están haciendo, por qué no hacerlo en México si tenemos condiciones climatológicas mucho mejores”, comentó.
Estefana se encarga de las proyecciones financieras, estima que una vez creado el condensador en tamaño real, tendría un costo de 23 mil pesos. Planean que los gobiernos locales se interesen y vean en AQUERA una alternativa real de abastecimiento de agua y lo compren para instalarlo en las comunidades que ven afectadas por el suministro.
“El sistema que desarrollamos es un sistema alternativo de abastecimiento del líquido que puede llevar agua a las comunidades que no la tienen. Nuestro siguiente paso sería crear alianzas con los gobiernos locales para que ellos cumplan y que logren que las familias tengan este servicio. Al final sería más rentable utilizar este sistema que contratar pipas. Calculamos que una vez terminado debe costar 23 mil pesos, aunque esa cantidad podría modificarse porque estamos a prueba y error, debemos utilizar diferentes materiales.
“Una vez que se adquiera el condensador el ahorro se notará en dos años y medio, es decir, lo que gasten en adquirirlo se logrará recuperar después de dos años y seis meses”, afirmó.
El proyecto para crear el condensador de humedad AQUERA surgió en un evento de emprendedurismo organizado por el Instituto Tecnológico de Querétaro, hace año y medio, en el que los creadores podrían presentar proyectos en la categoría de productos, servicios o procesos.
Estefana y Rubén registraron su condensador y obtuvieron el primer lugar en Querétaro, después pasaron a la etapa regional donde también obtuvieron el primer lugar y finalmente alcanzaron la quinta posición en el concurso nacional.
Otro de los concursos donde los jóvenes destacaron con AQUERA fue la convocatoria 2017 del canal History Channel, en el que el condensador fue seleccionado entre los 10 mejores proyectos de Latinoamérica.
Los concursantes esperaban ganar el primer lugar para obtener el financiamiento y hacer realidad su proyecto, pero alcanzaron la séptima posición.
“No ganamos los recursos, pero nos ayudó a dar a conocer el proyecto y a enlazarnos con otras instituciones, a intercambiar experiencias. Nosotros nos imaginamos que cuando podamos instalar uno de estos en las comunidades y se vea que sí se tienen resultados, ese será el detonante para que más gente se interese. Hemos tenido acercamientos con la Secretaría de Juventud, ellos nos han vinculado con otras organizaciones para platicar el proyecto con la Comisión Estatal de Aguas.
“Esta es una oportunidad para avanzar como sociedad a otras formas de obtener agua y que no sea sólo a través de los mantos acuíferos. Con este proyecto queremos que las autoridades se animen a dar el siguiente paso en el tema”, cuenta Rubén.