Manuel Montero y Edith Jiménez son dos ingenieros originarios de Querétaro, quienes desde hace alrededor de un año se adentraron en el diseño de una plataforma digital que sirve para comparar los precios de miles de productos en cuatro países distintos.
En determinado momento Edith buscaba de un teléfono celular, y con el fin de encontrar la mejor opción —bueno, bonito y barato— visitó diversas tiendas, tanto de forma física como en la web. Inicialmente pensó que sería algo rápido, pero resultó que la búsqueda le tomó mucho más tiempo de lo previsto.
En medio de la situación, consideró que sería genial contar con un sitio que en cuestión de segundos encontrara el precio más barato. Dicho lo anterior, ella y “Mane” pusieron manos a la obra. Así surgió Lowpi.com, una herramienta que ya opera en México, Estados Unidos, España y Argentina.
Con más de 10 millones de productos registrados, la plataforma se actualiza diariamente y es utilizada por cerca de 16 mil usuarios al mes. Lowpi.com utiliza un algoritmo parecido al de Google para buscar páginas dentro de internet y filtrar datos para presentarlos al usuario.
Necesidad detectada.
Mientras buscaba el teléfono celular, Edith se percató de que los precios entre un lugar y otro variaban desde 25 hasta 40%.
“Me hubiera dado muchísimo coraje comprar algo en una tienda y después darme cuenta que lo pude haber adquirido mucho más barato en otro lugar”, bromea.
“Ahí fue cuando nos dimos cuenta que era una buena oportunidad para nosotros: podríamos ahorrarle tiempo y dinero a los consumidores, consolidando toda la información en un solo sitio”, comenta.
De un día para otro “Mane” y Edith pasaron de ser esposos a convertirse en socios. Él es ingeniero en sistemas y ella ingeniero industrial, ambos egresados del Instituto Tecnológico de Querétaro.
Los dos trabajan para una empresa trasnacional del sector aeronáutico, que se estableció en el estado hace más de diez años. En la compañía “Mane” se encarga del desarrollo de software y Edith tiene a su cargo el mantenimiento de ciertos productos.
En este sentido, uno de los primeros retos a los que se enfrentó la pareja tuvo que ver con la disposición del tiempo, pues a la par de sus trabajos comenzaron a desarrollar su idea.
“El horario en la empresa es de 8 horas, más el tiempo de transporte, son como 10 horas lo que le dedicamos al trabajo, pero también están los amigos, las dos familias. Nos gusta hacer ejercicio, nadamos y vamos al gimnasio”, dice.
“Lo que hicimos fue establecer un plan de trabajo. Mínimo 20 horas a la semana nos dedicamos 100% a este proyecto. Llegamos del trabajo, preparamos nuestro desayuno del día siguiente, y nos sentamos a la computadora”, explica Edith.
En más de una ocasión la pareja ha tenido que decir no a asistir a los compromisos sociales, pues tanto “Mane” como Edith tienen claro que para sacar adelante a su proyecto necesitan ser constantes.
“Cuando tuvimos lo mínimo para nuestra página se las dimos a conocer a varios amigos para que nos dijeran qué les gustaba y qué no, si les era útil o no, y vimos que sí. Afinamos algunos detalles y la echamos a andar”, explica “Mane”.
Cualquier usuario, con unos cuantos clicks, puede hacer uso de Lowpi.com. La plataforma está disponible en página web y cuenta con aplicación para dispositivos Android, y próximamente podrá usarse también en iOS.
El portal cuenta con un cuadro de búsqueda que va mostrando cuáles son los posibles productos a buscar, y a continuación se despliegan los resultados encontrados en todas las tiendas registradas.
Otra parte interesante es que la búsqueda se puede ir acotando a cierto rango de precio y a determinadas características de los productos, para filtrar aún más los productos de interés.
“Nosotros sencillamente mostramos a los usuarios los artículos que pueden adquirir, y ellos eligen el que desean. Esto da un empoderamiento al usuario final de decidir en dónde comprar, y lo mejor de todo es que las compras son acorde al presupuesto de cada quién”, exponen los creadores de Lowpi.com.
“Mane” y Edith se han encontrado con diversas sorpresas haciendo este proyecto. Por ejemplo, 60% de quienes visitan el sitio de manera mensual son hombres, 35% mujeres y el resto es variado.
Su principal mercado se localiza en personas cuyas edades oscilan entre 25 y 34 años, mientras que lo que más se busca son celulares, televisiones, audífonos, salas, comedores y una almohada de una marca muy famosa.
Proyecto exportable.
“Mane” y Edith ya exportaron la estructura de Lowpi.com a otros países. Los ingenieros hicieron una plataforma con el mismo concepto para Estados Unidos, España y también para el mercado latinoamericano.
“Todavía no alcanzamos toda Latinoamérica, pero ya estamos presentes en España, Estados Unidos y Argentina. Nos gustaría expandirnos al resto de Latinoamérica, Canadá y la Unión Europea”, afirma Edith.
Otro de los objetivos de los creadores del proyecto es incorporar a un mayor número de tiendas y llegar a más consumidores.
Los datos disponibles son alentadores. Los fundadores de Lowpi saben que en los últimos cuatro años las compras por internet se han incrementado hasta 200%, lo que ha llevado a muchas tiendas departamentales a mejorar sus páginas para crecer sus ventas de 1 a 20%.
“Anteriormente muchas personas tenían desconfianza de comprar en internet, y ahora estamos viendo, en las estadísticas, que más y más personas lo hacen. La cantidad de usuarios que compran en internet ha aumentado bastante”, sostiene “Mane”.
“Otra cosa es que antes no había tantos portales para comprar en línea. Ahora todas las tiendas departamentales tienen su propio portal, y adicional, a ello han llegado tiendas de otros países”, dice.
Por otra parte, Edith sostiene que “la generación en la que estamos nos gusta traer lo nuevo, pero no siempre significa que tengas el poder adquisitivo para comprarlo”. Lo cierto es, plantea, que se pueden comprar muchísimas cosas por internet, a un precio que no se imagina.
Low my price!
Dentro de las ventajas competitivas con las que cuenta Lowpi se encuentra el que es una página libre de anuncios que además está soportada por una base de datos que puede expandirse a muchos servidores, dependiendo de la demanda de los usuarios.
“Tuvimos que seleccionar una muy buena base de datos para manejar toda la información disponible”, explica “Mane”.
El creador del concepto expone que si bien hay portales similares, éstos muestran únicamente dos o tres páginas, debido a convenios de publicidad que establecen con las mismas.
“Lo que quisimos hacer con Lowpi es, primero, que no tuviera anuncios. Decidimos poner todas las tiendas por igual, y aunque algunas nos paguen por proponer sus productos, vamos a darle el mismo nivel a todas las demás tiendas. El que decide es el usuario”, dice.
El nombre inicial de Lowpi fue “Low my price”, aunque luego de presentar el primer bosquejo del proyecto los fundadores se percataron de que a varias personas les costaba trabajo aprenderse el nombre, por lo que optaron por buscar una palabra más corta, pegajosa y fácil de aprender.
Tanto “Mane” como Edith coinciden al señalar que en México sí hay condiciones para emprender negocios.
“Más por todos los cambios tecnológicos que ha habido”, dice Mane. “Antes necesitabas un montón de gente para crear tu propia empresa y para que siguiera; ahora vemos que entre dos personas podemos levantar un servicio que le puede servir a mucha gente”, expone.
Añade que con el comercio electrónico, hay mucha oportunidad de crecimiento en toda Latinoamérica, donde México se ubica en el segundo lugar de compras en línea, sólo por debajo de Brasil.
Edith advierte que muchas empresas están viendo cómo llegar a México, y señala que a través de Lowpi ella y Manuel buscan que sea México el que exporta un servicio.
“Sí hay condiciones, pero requiere de mucha perseverancia y constancia. Si la gente se queda con una buena idea y no llega a culminarla o no le da seguimiento es muy difícil que puedas concretar algo. Requieres de compromiso y ser muy organizado”, concluye.
Para contactar con Lowpi.com está disponible el correo contacto@lowpi.com.mx. En la red social Facebook se les encuentra como Lowpi.com.