Por: Iris Díaz

Rocío es socióloga, especialista en estudios de género y mamá independiente. Su trayectoria académica se ha distinguido por abordar, teorizar y hacer notar la lucha de las mujeres por la igualdad. En resumen, es una investigadora feminista. Cuenta con una Maestría en Comunicación, e inició sus estudios de Doctorado en Ciencias Sociales.

Rocío también es la fundadora de Amorosas y sororas, un proyecto de emprendimiento con el que pone a la venta bolsas, pañuelos y playeras impresas con mensajes e imágenes de la lucha feminista.

En entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro, la académica comparte el origen del emprendimiento, el cual si bien tiene un sentido económico, también lo definen sus propósitos políticos y también la busca tanto de la independencia propia como la de otras mujeres:

¿Cómo surge la idea y el nombre del proyecto?

—El proyecto de Amorosas y sororas surge de la necesidad de complementar el salario, los ingresos para poder pagar mi juicio de divorcio. Yo tenía una idea, una experiencia previa de ver que compañeras de una colectiva, Rosa Chillante, quienes tenían un proyecto de serigrafía, yo tenía ganas de aprender la técnica. Encontré personas que podían apoyarnos; hay una cooperativa que se llama Apoyo Mutuo, quien me hace las playeras, yo le paso el diseño y él me hace las impresiones; también ha colaborado mi hermana, quien también es mamá independiente, haciendo pañuelos; también otra compañera. En Amorosas y sororas, no nada más está mi trabajo de venta o de estar viendo qué impresiones o qué frases, sino también el trabajo de otras familias. Durante la pandemia, nos apoyamos vendiendo por Facebook.

La elección del logotipo fue mía en colaboración con una diseñadora, Mónica Boluto. Para mí, Amorosas y sororas, es un proyecto en el que está implicada la sororidad de muchas de mis compañeras, me hace mucho sentido el concepto de sororidad de Marcela Lagarde, así como el de affidamento, de las feministas italianas de los 70´s. Sororidad, representa para mí, la idea de reconocernos políticamente como este apoyo entre nosotras, así yo me sentía, rodeada de tantas mujeres que me inspiraban a seguir luchando. Este proyecto surge en 2019, después de que empieza hacia el 8M, quería materializar todo este discurso que venía impulsando, vendiendo playeras con causa: poder pagar mi divorcio. Luego en el sentido más humanista del término, no como en el sentido amor romántico, sino de recuperar la parte de que para todas las personas es importante sentirnos amadas, pero en el sentido de un amor desde la sororidad.

En momentos de crisis recurro al proyecto, he decido no producir a gran escala porque tampoco estoy lucrando con el movimiento. Lo que yo estoy haciendo lo han hecho los movimientos sociales, que es vender algún tipo de souvenir o algún tipo de producto con alguna consigna, de manera que es para recaudar fondos. En algún momento esto puede ser un proyecto autogestivo, no lo sé.

¿Cómo elige los mensajes impresos en los productos?

—Retomo frases de redes sociales, como una que me impactó mucho, desconozco de quién sea, pero la vi circulando hace como 10 años, decía “Si un día no me ves más, haz la revolución por mí y por todas las demás”, esa fue la primera frase que hice. Cuando estaban los repuntes de feminicidios, esa era una forma de contribuir a la visibilización de los feminicidios. Era decir, yo vendo mi playera pero estoy mandando un mensaje , estoy contribuyendo a que la gente lo vea y el que lo portes es porque quieres que la gente lo vea.

En algún momento pensé en que lo que yo ya había invertido como en los marcos le sirviera a otras personas, en ocasiones he regalado playeras para compañeras que hacen recaudación de fondos. O también la circulación de efectivo, por ejemplo, si a mí me comparaban playeras, con eso yo hacía donaciones para otras organizaciones o diferentes causas de las compañeras feministas.

Otra frase también es “Las mujeres rebeldes hacemos historia”, fue una colaboración con una chica que en una ocasión me dijo “oye, a mi me gustaría una playera que dijera esto”, yo le dije puedo hacerla, pero eso significa que también pueda usarla, porque si tú nada más pides una playera sale muy cara. Entonces hicimos esa colaboración.

Luego saqué una playera sobre amor romántico, decía una frase de Kate Millett “El amor es el opio de las mujeres”, lo que yo hice fue decir yo quiero una amapolas, esa frase y abajo que diga “por eso a desintoxicarnos”, como decir si esto nos está haciendo tanto daño, el amor romántico, hay que desintoxicarnos. Me llamó mucho la atención: fue la que menos se vendió, porque nos confronta mucho. Yo no solo quiero vender, también quiero hacer consciencia y generar diálogo.

También imprimí una que decía “Disculpe las molestias, nos están matando”, acompañada de una bomba molotov, esa también casi no la vendí, porque se les hacía muy fuerte. Yo lo recupere de la idea de la autodefensa.

En un punto pensé qué puedo hacer que no necesariamente quien se identifique como mujer lo pueda portar, entonces hice una playera con mi idea y retomando mi experiencia en colectivos punks, la estética y el mensaje, de poner una fogata y el texto “Que ardan capitalismo y patriarcado”. Este lo han usado chicos y chicas.

La influencia de su carrera académica en el proyecto

—En mis planes está expandirlo a mis otros saberes; tengo una formación académica, de tallerista y de artes teatrales. Me empecé a involucrar en los estudios de género por interés propio en una materia que teníamos de estudios de género. El haberme metido a esa materia fue lo que a mí me motivó a después cursar la especialidad en estudios de género y luego comencé a colaborar con una asociación civil que me abrió un panorama para seguirme formando en esta área, que fue hacer trabajo con mujeres campesinas y sus familias en municipios del sur del estado de Jalisco.

Para este año quiero empezar a hacer talleres o charlas que tengan que ver con mis temas de interés dentro de los feminismos.

¿Cómo visualizas Amorosas y sororas en un futuro?

—En algún momento, pensaba y se lo ofrecí a varias compañeras, de si tú necesitas para tu terapia, para tu proceso legal juntar dinero, ahí está el marco para hacer la impresión en serigrafía, nada más tienes que comprar las playeras. Pero toda la venta es para ti. Las compañeras no se animan, porque simplemente en el momento en que están no tienen la fuerza o el ánimo para estar viendo a quién le venden.

También lo veo como mi proceso de educación para enseñarle a mis hijos e hija que hay formas de salir adelante, y como una manera de generar comunidad. Me gustaría pensar que mi creatividad puede crecer, es decir, aprender a hacer otra parte del proceso e ir haciendo las cosas yo misma, en esta lógica de hazlo tú mismo.

A través de la página de Instagram de Amorosas y sororas, Rocío comparte los productos de su emprendimiento.



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