Hace dos años la escuela de modas Casa Sofía abrió sus puertas en Querétaro para adentrar a chicos y grandes en el mundo de la alta costura. Es el resultado de la constancia y trabajo duro de Ana Sofía Garza, emprendedora oriunda de la ciudad de Monterrey y que actualmente radica en la capital queretana.
“Me encanta lo que hago, disfruto mucho que las personas descubran de lo que son capaces de hacer. Aquí llega gente que en verdad no sabe ni coser un botón, y termina diseñando sus propios vestidos, pantalones, trajes de baño, todo lo que se imaginan aquí lo hacen posible”, comenta.
La carrera de Ana Sofía como emprendedora inició en 2016, cuando decidió transformar la cochera de su casa en el centro de modas y diseño que después se convertiría en Casa Sofía.
De un día para otro recibió a decenas de estudiantes interesados en aprender todo sobre modas, corte y confección.
Aunque todo iba “viento en popa”, la vida profesional de su familia trajo a Sofía Garza a Querétaro, por lo que después de tomar un receso de un año para familiarizarse con la ciudad, Sofía empezó desde cero y abrió nuevamente las puertas de su escuela de modas.
“Fue todo un reto porque tuve que dejar a mis anteriores alumnos en Monterrey, y empezar desde cero en Querétaro, afortunadamente el proyecto gustó mucho, tenemos muy buena aceptación de los queretanos”, destaca.
Ana Sofía dice con orgullo que el concepto de Casa Sofía es ofrecer a cada estudiante un programa personalizado, en el que, sin importar la experiencia de cada persona, puedan trabajar a su ritmo, elegir sus horarios y días de trabajo.
También apuesta por recalcar las formas tradicionales de realizar cualquier prenda de vestir, experimentar con distintos colores y texturas, trabajar con moldes y echar a volar la imaginación, pues aunque en estos días todo puede hacerse mediante programas de diseño, en este centro de arte se aprenden desde la raíz.
“Aquí toda la atención es personalizada, quiero que en Casa Sofía todos se sientan cómodos, que se inspiren, que aprendan cuál es el proceso para que cualquier prenda que se imaginen puede ser creada, que hagan sus propios trazos y se sorprendan de los resultados, cuando vean el trabajo terminado.
“Tengo alumnas desde los 7 años, y también chicos y chicas adultos, muchos estudiantes de modas, en realidad las puertas están abiertas para todos, ese es el concepto de mi empresa”, afirma Sofía.
A pesar de la incertidumbre por la contingencia sanitaria de Covid-19, Ana Sofía siguió adelante con su proyecto de emprendimiento y, de hecho, encontró la forma de sacarle provecho a la complicada situación de los últimos meses.
Ana Sofía considera que su proyecto Casa Sofía ha fungido como un oasis para aquellas familias que han sufrido los estragos del aislamiento social y laboral. Por lo que esta escuela de modas se convirtió no sólo en un espacio de profesionalización, sino en una actividad casi terapéutica, donde chicos y grandes descansan su mente y echan a volar su creatividad.
La escuela de modas ha hecho algunas modificaciones para cumplir con las medidas de salubridad, entre las que están el reducir el número de alumnos por cada clase, usar siempre cubrebocas, no compartir materiales de trabajo, y varios filtros de desinfección como el uso de gel antibacterial y la revisión de temperatura corporal.
“La contingencia ha traído muchos efectos negativos en todos nosotros. Pasamos muchísimas horas frente a la computadora por trabajo, por escuela, para aprender algo nuevo, llevamos mucho tiempo así.
“Yo he notado que en estos tiempos de contingencia muchas personas llegan para despejar su mente, para olvidarse de lo que pasa afuera y dedicarse a aprender algo, a conocer nuevas personas, incluso hasta empezar nuevos proyectos de emprendimiento”, platica.
Sin bajar la guardia ante la contingencia sanitaria, Ana Sofía tiene grandes planes para su empresa, busca convertir este centro de alta moda, en una verdadera universidad, donde los alumnos puedan obtener documentos oficiales y convertirse en auténticos profesionales de la moda y el diseño.
A pesar del éxito Casa Sofía, la pasión de su emprendedora no ha surgido recientemente, sino que lleva en la sangre el gusto por la moda y la creación de prendas de vestir.
Desde que tenía 5 años se involucró en el mundo de la costura gracias a su madre y su abuela, quienes también disfrutaban de dicha actividad.
Con el tiempo estudió la Licenciatura en Modas, y comenzó su vida laboral trabajando en importantes tiendas de ropa, donde fungía como asesora de modas. Además, también laboró como jefa de departamento en maquiladoras, e incluso se encargó de la imagen y el vestuario para una reconocida serie de televisión.
Por esto, Ana Sofía Garza pide a los jóvenes no ignorar los sueños que surgen desde la infancia, y ser perseverantes hasta emprender en lo que verdaderamente aman.
“Sé que es fácil decirlo, pero es la verdad: hay que creer en nosotros, en nuestro talento, luchar para concretar lo que nos propongamos. Son tiempos difíciles, pero aún en este contexto, como el de la pandemia y demás, podemos encontrar la forma de darle la vuelta a esta situación y seguir adelante”, comenta la emprendedora.