Tierra de Emprendedores

"Hacer galletas es un acto de amor"

Alejandra y Claudia se reencontraron y unieron fuerzas en el negocio Creaciones Ladybug. Formaron una familia y conquistan paladares a través de sus dulces creaciones

28/04/2024 |10:05
Miyazaqui Blanco
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La repostería es un arte que trasciende el simple hecho de mezclar ingredientes. Detrás de cada postre hay una historia, un toque de magia que lo hace único. Querétaro es la sede, desde hace tres años, del negocio de dos emprendedoras que han endulzado la vida de sus clientes con sus exquisitas creaciones: Alejandra Abigail Barrera y Claudia, su esposa, creadoras de Creaciones Ladybug.

“hACER GALLETAS ES UN ACTO DE AMOR“

Todo comenzó hace 13 años, cuando Alejandra, con su pasión por la repostería creativa, decidió aventurarse en el mundo de los dulces. Sin embargo, fue durante la pandemia que esta pasión tomó nuevo rumbo.

Ante la necesidad de adaptarse a los cambios, Alejandra comenzó a explorar el arte de hacer galletas decoradas, y así nació la semilla de lo que hoy es Creaciones Ladybug.

“hACER GALLETAS ES UN ACTO DE AMOR“

Desde los pechos de monja, hasta las dino galletas; pedidos por miles de galletas para grandes empresas; o repostería temática para fiestas infantiles. La repostería significa para Alejandra darle un montón de amor a todos, darles una probada de cariño sincero a personas que le buscan para crear sus galletas.

“Besitos de nuez, galletas rellenas de dulce de leche, mermelada de zarzamora; hacemos unas galletas glaseadas que son como unas rosquillas de Homero, las dino galletas son súper famosas, o sea, nosotras somos las que vendemos galletas: hacer galletas es un acto de amor y cada receta tiene su propio proceso”, dice sobre el negocio.

Unión entre amor y negocio

El destino tenía preparada una sorpresa aún mayor para Alejandra. En su búsqueda por expandir su negocio se reencontró con Claudia, su amiga de la secundaria. Ambas compartían la misma visión y decidieron unir fuerzas para llevar a cabo su sueño de emprender juntas.

Lo que inició como una asociación comercial se convirtió en algo más profundo: el amor. Creaciones Ladybug no es solo una galletería, es un lugar donde cada galleta cuenta una historia.

“hACER GALLETAS ES UN ACTO DE AMOR“

Cada producto está impregnado con el amor y la dedicación de Alejandra y Claudia. Con más de 16 variedades, sus galletas han conquistado los paladares de Querétaro.

“Ella pone todas sus canicas. Yo pongo todas mis canicas y cabe mencionar que Claudia y yo somos pareja [...] todo eso también ha sido un reto desde el tema de la crianza con dos niñas”.

La familia como motor

El éxito de Creaciones Ladybug va más allá de lo empresarial. Para Alejandra y Claudia este proyecto es su familia. Con dos hijas a su cargo, han sabido equilibrar la maternidad con el emprendimiento.

Cada día enfrentan nuevos retos, pero juntas han encontrado la fuerza para superarlos. En Creaciones Ladybug el amor es el ingrediente secreto que da sabor a cada galleta. Claudia dejó su vida en la capital del país, dejó su trabajo y decidió tener el compromiso más importante; tener una familia con la mujer que ama y unirse a la responsabilidad de su crianza y de un negocio que debió adoptar como proyecto familiar.

“Toda la parte del que no necesariamente tiene que ver directamente con el diseño creativo de la repostería; pero toda la parte administrativa, digamos que la llevo yo y de todas maneras hago galletas, por supuesto”, señala Claudia.

Inspirando a través de la enseñanza

Más allá de su labor como empresarias, Alejandra y Claudia están comprometidas con compartir su pasión por la repostería creativa. A través de cursos y talleres, buscan inspirar a otros a descubrir el arte de hacer dulces.

Desde mujeres emprendedoras hasta niños entusiastas, todos son bienvenidos en el mundo mágico de Creaciones Ladybug. Superando desafíos con determinación.

“El proceso de la galleta les genera mucha felicidad o quieren compartirlo en sus casas con su mamá, no, o pláticas con ellos; este, ¿dónde está el amor? ¿No? Pues el amor está en las galletas cuando mi mamá hornea conmigo galletas, no sé, cosas, así que me gusta dejar esa huella en las personas con las que coincido, porque a través de la repostería pues podemos lograr cosas mágicas”, dice Alejandra.

Con su amor por la repostería y su compromiso con la excelencia, estas dos emprendedoras continúan endulzando la vida de quienes tienen el placer de probar sus creaciones.

“Yo creo que si Ali y yo no fuéramos la pareja que somos, de verdad, hubiera sido muy, muy complicado poder sacar adelante todo, ¿no? Y al final, aún así, con todos los inconvenientes que de repente tenemos, pues finalmente buscamos la manera de hacerlo juntas y de salir adelante”, concluye Claudia.