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Anteriormente, Christian Iván Trejo se dedicaba a la comercialización de insumos para el hogar, pero una vez que la contingencia sanitaria por Covid-19 se presentó en Querétaro, no dudó en dar un giro a su negocio y dedicarse a distribuir insumos médicos, como cubrebocas, guantes y caretas.
Una vez en el negocio de insumos médicos, notó la problemática para adquirir cubrebocas KN-95 y de tipo quirúrgico, pues no se encuentran con facilidad en farmacias o se encuentran a costos elevados.
Ante esto, invirtió en una máquina de venta automática de cubrebocas KN-95 que cuentan con las debidas certificaciones y que pueden adquirirse a un costo de 25 pesos.
Esta máquina expendedora de cubrebocas, traída a la entidad por el emprendedor queretano, se ubica en el Hospital Santiago de Querétaro, en Corregidora. Sin embargo, Crhistian piensa invertir en más máquinas de este tipo para ofrecer un mayor número de productos, no sólo cubrebocas.
“Esta es una forma muy práctica de conseguir un cubrebocas certificado, que te garantice la protección debida, y qué mejor que en un hospital, donde su uso es fundamental”, comenta.
Christian siempre se ha dedicado al comercio, por lo que constantemente busca oportunidades y detecta nichos de oportunidades para innovar en la distribución y comercialización de distintos artículos.
Hasta unos meses se dedicaba al comercio de todo tipo de productos para el hogar, sin embargo, las demandas en insumos médicos lo hicieron ver cuáles eran las necesidades del momento, así que de inmediato consiguió proveedores y cambió de giro.
Fue en mayo cuando Christian pensaba en facilitar el acceso a insumos médicos de calidad, no sólo para el personal de salud, sino para la sociedad en general, que también necesita cubrebocas, caretas y demás artículos para prevenir el contagio por Covid-19.
El hombre pensó en una máquina expendedora de cubrebocas, por lo que buscó durante varias semanas hasta que se contactó con un proveedor en China, quien diseñó el aparato.
La máquina viajó a México y estaba lista para operar; sin embargo, un segundo reto fue conseguir la autorización del Hospital Santiago de Querétaro, pues el emprendedor debe comprobar que la máquina funciona bien, que los cubrebocas son de buena calidad y que cuentan con las certificaciones suficientes.
Una vez pasado ese filtro, la máquina se instaló junto a la entrada principal y con sólo tres pasos cualquier persona puede adquirir un cubrebocas confiable y a un precio accesible.
La máquina cuenta con una pantalla digital, en la que aparecen un par de opciones a seleccionar, se introducen 25 pesos, ya sea en monedas o billetes, y el cubrebocas sale a través de un pequeño compartimiento de metal. El proceso de compra apenas tarda 1 minuto.
“En verdad creo que esta es una forma muy práctica de acceder a este tipo de productos, la máquina permite que cada persona compre el número de cubrebocas que quiera y las veces que quiera, y como no requiere de nadie que esté vendiendo o cobrando, todo eso nos reduce los costos y por eso se encuentran a un mejor precio que en las farmacias, aquí cuestan 25 pesos, en una farmacia tal vez cuesta el doble.
“Algunas personas llegan al hospital y se detienen a comprar un par de cubrebocas en la máquina, puede ser porque no traen cubrebocas en ese momento o porque quieren usar uno de mayor protección, como son estos KN-95, también hay personas que se llevan algunos cuantos para usarlos después, en otro momento, hay muchas ventajas en este tipo de servicio”.
Confiar en emprendimiento
A pesar de que la máquina expendedora de cubrebocas cada vez muestra mayores resultados, Christian reconoce que los primeros días desde la instalación de la máquina no fueron fáciles, pues las personas (tal vez por desconocer la máquina) ni siquiera se acercaban a conocer todas las funciones del aparato.
No obstante, con el tiempo y también por la difusión del propio personal médico del hospital, las personas se han ido familiarizando con el servicio y cada día es mayor el número de usuarios que adquieren un cubrebocas.
De hecho, este tipo de autoservicio ha funcionado tan bien que Christian ya considera invertir en un par de máquinas más, para colocarlas en distintos puntos de la ciudad y también ampliar la variedad de productos que puedan obtenerse a través de dichas máquinas expendedoras.
El comerciante invita a los empresarios y directivos de hospitales o unidades médicas a apoyar el emprendimiento local y apoyar este tipo de iniciativas.
“Ya estoy trabajando en nuevos proyectos, estoy pensando en que las máquinas además de los KN-95 también tengan cubrebocas de tipo quirúrgico, que son los que usan mucho los doctores. A lo mejor en un futuro, guantes, caretas, voy a ir poco a poco, pero sin duda seguiré con esto.
“La parte más complicada ha sido lograr el acercamiento con empresarios o directivos de los hospitales para mostrarles lo que ofrece este tipo de servicio, lo mejor sería tener más acercamientos y que vean las ventajas de contar con este tipo de máquina, sobre todo lo práctico que es y por supuesto cómo permite que las personas estén bien protegidas.
“Me encuentran en LinkedIn como Christian Ivan Chaho Trejo Zaragoza”, concluye.