Cuando Samantha Guevara se tatuó la imagen de una hermosa geisha en la pierna izquierda, jamás imaginó que eso afectaría su carrera como modelo de pasarela, hasta que comenzó a perder contratos porque los clientes consideraban que el tatuaje afectaba la imagen de la ropa interior que ellos querían vender.
Fue entonces que buscó cientos de remedios para eliminar el pigmento de su piel, pero nada resultó. Hasta que se encontró con un tatuador que también se dedicaba a borrar tatuajes con un equipo de disparos láser.
Samantha quedó tan satisfecha con los resultados que decidió crear su propia empresa de retiro de estos trazos.
Hoy es dueña y fundadora de su empresa MissInk, que tiene sucursales en México y recientemente también en Querétaro.
“El estado de Querétaro es un mercado muy importante para la empresa, pues debido a la cercanía que tiene con la Ciudad de México, muchos de nuestros clientes viajan desde la entidad para retirarse un tatuaje, es una ciudad con mucho crecimiento, nosotros tenemos que estar aquí”, explicó.
Después de que la imagen de la geisha desapareció de su pierna, Samantha comprendió que gracias a la tecnología, su cuerpo podría ser un lienzo en blanco, en donde los tatuajes podrían realizarse y después desaparecer.
La exmodelo y ahora empresaria, invirtió importantes sumas de dinero en adquirir el equipo necesario para comenzar su empresa de retiro de tatuajes, al ser tecnología alemana, todo el equipo y demás herramientas son importadas de ese país.
“Para mí fue un problema, porque al modelar para fotógrafos fácilmente borraban mi tatuaje en la computadora, pero en las pasarelas no podía desfilar así, me preocupé.
“El tatuaje que en aquel momento me parecía hermoso y me encantaba, pero luego termine odiándolo. Después, cuando borraron mi tatuaje, inmediatamente quise compartirlo con todos, me decidí a comprar un equipo igual al que usaron conmigo, es tecnología alemana con la que el láser fragmenta el pigmento en los poros de la piel y así es como va saliendo poco a poco”.
“Pero además del equipo yo pasé algunos años preparándome sobre el tema, tome cursos, diplomados, todo lo necesario para después capacitar la personal que atiende las clínicas, porque eso es muy importante, todos deben ser profesionales, capaces de explicarle a los clientes cuál es el proceso, y poder resolver todas las dudas que tengan”, detalló.
Aunque cada vez son más los salones de belleza que tatúan o corrigen tatuajes de cejas y labios, Samantha Guevara Fajardo dice con orgullo que MissInk es la única clínica especializada en borrar y desvanecer tatuajes.
Asegura que la tecnología utilizada a través de pequeños disparos láser es inofensiva, por lo que no repercute en la salud del cliente, ni tampoco deja cicatriz en el área de donde es retirado el dibujo.
El número de sesiones para retirar alguna imagen sobre la piel dependerá del tamaño y la pigmentación del tatuaje, cada sesión tiene un costo aproximado de 600 pesos y dura poco menos de una hora.
“Somos especialistas en lo que hacemos, no nos dedicamos a nada más que no sea el retiro de tatuajes, nos capacitamos constantemente porque siempre queremos usar la tecnología más actual, lo mejor del mundo”.
En su experiencia, la causa principal por la que las personas acuden a retirar un tatuaje es porque éste hace referencia a la expareja. Otras personas quieren borrar sus tatuajes porque no quieren que sus hijos los vean o porque simplemente ya no les gustan.
Señala que a la clínica acuden clientes de todas las edades y clases sociales, lo que demuestra que los tatuajes son del gusto de cualquier persona y que el retiro de éstos es accesible y al alcance de todos.
“Ahora ya es mucho más aceptado que la persona muestre sus tatuajes, aunque algunas empresas tengan problemas, por ejemplo, con que sus empleados se tatúen, hay de todo, pero sí creo que hay más aceptación.
“A nuestra clínica llegan clientes de todas las edades, desde mujeres mayores que se tatuaron la ceja y ahora ya no quieren lucir así, hasta jovencitas de 15 años que tenían un tatuaje secreto, fueron descubiertas por sus papás y vienen a borrarse todo”, cuenta.
“Pienso que tal vez se tiene una falsa idea de que borrar un tatuaje es costoso, pensamos que eso está al alcance sólo de los grandes artistas, pero nuestros clientes se dan cuenta de que no es así, vienen trabajadores, jóvenes, empresarios, de todo”.
Para la emprendedora, el principal plan a futuro es extender su empresa hacia Guadalajara o Monterrey, quiere estar presente en las capitales más importantes del país, aunque no está dispuesta a sacrificar la calidad de su trabajo.
“Quiero crecer, por supuesto, pero no quiero dejar de lado la atención personalizada que le damos a cada cliente. Prefiero tener un crecimiento lento, pero de calidad, en el que yo pueda estar presente en cada una de las sucursales”, comenta la emprendedora.