Clara Torres encontró en la tierra y clima de Tequisquiapan la posibilidad de desarrollar un emprendimiento con la planta de lavanda.
Ella menciona que el proyecto es “una granja de lavanda y plantas aromáticas, estamos aquí en Tequisquiapan. La gente puede tomar un tour para conocer cómo crecen las lavandas, cómo las destilamos y extraemos el hidrolato, el aceite esencial. También pueden comprar plantas. Tenemos cuatro tipos de lavanda y dos de romero. En esta época cosechamos más plantas como la albahaca”.
El municipio de Tequisquiapan tiene un potencial agrícola, por ello ofrece la posibilidad del agroturismo, dijo.
El proyecto, mencionó, nace como la posibilidad de tener un atractivo nuevo para los visitantes que ya han venido por los vinos y quesos.
Además, comenta, “las plantas aromáticas van muy bien con el clima que tenemos en Querétaro, porque es un clima seco; el viento que sopla nos ayuda mucho, las plantas son para cielo abierto, no necesitan sombra y necesitan poca agua, por ello somos un proyecto sustentable, entonces tenemos un sistema de riego por goteo.
Las plantas aromáticas necesitan mucho estrés, es decir, mucho calor y poca agua para que los aromas se acentúen. Con ello, los tours ofrecen un atractivo diferente a las familias”.
Clara refiere que la bondad de la planta de lavanda “es un calmante que puede ser ingerida y puede sustituir a cualquier somnífero. En cuanto a la piel, si esta tiene soriasis o está quemada por el sol con el hidrolato calma el ardor. La lavanda puede producir un impacto muy positivo en la salud de las personas”.
Continúa: “elaboramos productos de higiene personal, tratamos de utilizar lo menos de químicos posibles. Tenemos shampoo de romero, jabón líquido y sólido. Hacemos también los tés. Estas plantas aromáticas son relajantes. La lavanda es un té relajante, la verbena también, es digestiva. Es un lugar con productos para la relajación”.
El emprendimiento ofrece productos personalizados a manera de kit, en los que se combinan 10 de los productos como aceites para masajes, shampoos, jabones o tés relajantes para eventos especiales, como convenciones, bodas, ya que fabrican lotes pequeños. “No son recuerditos para la vitrina, son productos que pueden disfrutar”, culminó.