Guadalajara.— Recordarán, en un libro, a los fundadores del Festival Internacional de Cine en Guadalajara, para los festejos de la edición número 30.
En este encuentro han participado visionarios como Guillermo del Toro que, siendo casi un adolescente, se involucró en el proyecto llamado entonces Muestra de Cine Mexicano, y que tenía como sede el Cine Foro de la Universidad de Guadalajara, y a la que asistían los mismos organizadores y cinco gatos con el fin de ver películas nacionales.
Además de pilares como el crítico cinematográfico Emilio García Riera, que de España emigró a la ciudad de México y luego se volvió tapatío por decisión y en esa ciudad murió en octubre de 2002.
García Riera fundó un centro de estudios de investigación cinematográfica en la UdeG y cada año, con La Muestra, las comilonas eran obligadas y quien era invitado era tal determinante como un acto de iniciación a la mafia siciliana.
Deberán reconocer, aunque no quiera, a Jaime Humberto Hermosillo (La Tarea), fundador de este movimiento del cual se deslindó, por muchas razones, tanto personales como profesionales.
El que no se deja homenajear es el fotógrafo Emmanuel El Chivo Lubezky, premio Oscar por Gravity, del cineasta Alfonso Cuarón.
“El Chivo siempre tiene el mismo argumento para no venir, que tiene mucho trabajo, pero no es un pretexto, es verdad”, manifestó el director del FIC en Guadalajara, Iván Trujillo Bolio.
En la edición 30 del festival citarán las cintas que fueron parte aguas para el cine mexicano, entre las que destacan Sólo con tu pareja, de Alfonso Cuarón; Cronos, primer largometraje de Guillermo del Toro; y Amores perros, de Alejandro González Iñárritu.
Deberán recuperar los momentos tristes del festival, como cuando era un cónclave de amigos muy amigos, cártel de críticos de cine en una fiesta súper exclusiva.
Los constantes cambios de director del festival, el escándalo de Manú Chao, cuando amenazaron con expulsarlo de Guadalajara y de México, su entonces director, Jorge Sánchez, dio la cara por el músico de origen francés.
La polémica visita del cineasta francés, radicado en El Salvador, Christian Poveda y la proyección de La vida loca, filme por el cual fue asesinado por la Mara Salva trucha.
Relatar, por supuesto, el momento en el cual La Muestra de Cine mexicano, una señora d respeto, se convirtió en Festival Internacional de Cine en Guadalajara, un señor que ahora cumple tres décadas.
“Sí estamos haciendo ya planes especiales de diferentes tipos, queremos celebrarlo, sino por todo lo alto pero sí hacer algo”, dijo Iván Trujillo Bolio.
De manteles largos
En tres décadas, lo que hay que festejar, informó el director actual del festival, es la incidencia del FIC en Guadalajara en las políticas públicas sobre la industria fílmica.
Mucho de lo que ha pasado con el cine nacional, para bien y para mal, ha sucedido en Guadalajara, recordó el ex director de la Filmoteca de la UNAM. “Esas discusiones, esos pleitos y Guadalajara se convirtió en un momento de introspección de nuestro cine”, manifestó.
“Muchas de las políticas actuales del cine mexicano, y todo lo que se ha hecho para que el cine esté en el lugar destacado, a nivel de presencia internacional, ganador de premios importantes, de alguna forma se ha gestado a lo largo de estos 30 años”, relató Trujillo Bolio.
Recuérdese que cuando se fundó la Muestra de Cine Mexicano, “con trabajos se producían 10 películas al año, ahora estamos produciendo más de 100, algo ha cambiado”, declaró el presidente del patronato del festival y autor material de este proyecto, Raúl Padilla López.
