Jerusalén. Cuando se encomendó a la Autoridad de Antigüedades de Israel excavar en la zona sur de la ciudad de Tel Aviv para rescatar posibles vestigios históricos de épocas pasadas antes de la construcción de dos grandes edificios en el lugar, imaginaban que algo encontrarían... pero no que descubrirían pruebas de una antiquísima presencia egipcia ni restos de la cerveza que tomaban.

Sabían que dada sus carencias en materias primas, los antiguos egipcios viajaban fuera de sus fronteras, pero lo más al norte que habían llegado era el Neguev, hoy en el sur de Israel. En ningún lado había hasta el momento testimonio alguno de su presencia tan lejos de su tierra, como en el territorio de lo que es hoy Tel Aviv, en la costa de Israel. Y menos que se trataba de una población que data de hace cinco milenios, en la Edad de Bronce.

Una diversidad de vasijas típicamente egipcias fue hallada entre grandes cantidades de jarras, platos y otros utensilios, propios de la tierra de Canaan, en el 3500 AC. Y en las piezas de Egipto había claros indicios del consumo y preparación de cerveza. Esto, 5 mil años atrás... a tan sólo dos metros de profundidad.

Quien relata sobre el hallazgo, sorprendido y emocionado, es el arqueólogo jefe del Distrito de Tel Aviv en la Autoridad de Antigüedades de Israel, Diego Barkan.

Con una gran sonrisa, comenta un tanto en broma que los antiguos egipcios sabían divertirse y tomar bien, no menos que los jóvenes de hoy en Tel Aviv, “la ciudad que nunca descansa”, como se la conoce ampliamente en Israel.

Pero luego rectifica, aclara que la cerveza era una bebida nacional en Egipto, que la tomaban a cualquier edad y clase social, y que la consideración principal no era pasarle bien, sino que la tomaban como una buena fuente de nutrición.

Los altos edificios modernos y el tráfico interminable de la “ciudad que nunca descansa” no confunde a los expertos: “Aunque la Tel Aviv moderna fue fundada en 1909, hace no mucho más de un centenario ya sabíamos que en la zona había restos de la Edad de Bronce, hace miles de años”, cuenta Barkan.

Es más: hace unos años, fueron hallados restos de casas del Neolítico, del año 8 000 AC, en la zona de Ramat Aviv, al norte de la ciudad. Y un poco más al sur, en lo que es hoy la ciudad de Holon, fueron hallados en 1970 restos de animales del Paleolítico, de hace 200 mil años.

Barkan abordó la nueva excavación estimando que “algo íbamos a encontrar, pero no me imaginé llegar a esto, tan antiguo, y mucho menos que serían vasijas egipcias mezcladas con las numerosas jarras y platos canaaneos locales”.

Por ahora, Barkan ya tiene suficientes elementos para asegurar que “aunque los alemanes, belgas e ingleses crean que son los pueblos de la cerveza, está claro que los antiguos egipcios se les adelantaron hace miles de años”.

El arqueólogo jefe de Tel Aviv cuenta que durante las excavaciones se acercó al lugar un joven que a corta distancia de los trabajos tiene una fábrica de cerveza. Se llama The dancing camel (El camello bailarín), cuenta Barkan . No aclara por cierto en qué habrán llegado los antiguos egipcios a lo que es actualmente Tel Aviv, pero en el aire queda la sensación de continuidad.

Lo claro, resumen Barkan, es que se ve que tampoco los antiguos egipcios descansaban mucho... como en Tel Aviv.

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