Querétaro es el único estado del país con un lugar concebido sólo para presentar stand ups. El bar se llama La Caja Popular y “le caben como 200 personas, no es un lugar pequeño”, aseguró Mauricio Jalife, escritor, comediante y pionero en México de esta peculiar forma de hacer reír a la gente.
Esta ciudad no sólo es pionera en el género, es también la que más standoperos tiene. Entre Querétaro y Ciudad de México se pueden contar unos 30 en ligas profesionales, cantidad similar en segunda división y unos pocos más en las fuerzas básicas.
“Lo que tiene el stand up es que es tan incluyente que la gente se emociona y dice: ‘Yo también tengo algo que decir y se meten a los cursos’”, explicó el comendiante.
En la Caja Popular, los jueves es el día del novato y el micrófono está abierto para los valientes que quieran medir su nivel de humor y carisma en un escenario.
Jalife explicó que en la Ciudad de México todos los días de la semana son para standoperos novatos, pero repartidos en varios lugares.
Mauricio Jalife, de hecho, tiene un show que es como la UFL del stand up, donde “el público decide qué comediante le gusta más”, explicó.
El comediante explicó que para ser standopero se estudia y que es como todo en la vida, “de 100 (candidatos) salen 10 buenos”, aseguró.
“Las mujeres (también) lo hacen muy bien, y el stand up también”, bromeó el entrevistado.
Mauricio Jalife produce un show en la Ciudad de México con actores de televisión haciendo stand up por primera vez.
Por desgracia este tipo de comedia de parados no deja todavía dinero. “Bueno, a mí no”, confesó.
“La verdad es que en esto sales muy tablas, porque metes a cierto número de gente que paga, otros son invitados, y a la hora de hacer números no sale; y te cuesta la gasolina, te cuesta el hotel, te cuesta la comida, y si tú le restas eso, pues prácticamente sales tablas”, aclaró.
Hace tres años que Jalife y Jurgan empezaron en el Teatrito La Carcajada de Querétaro, con su show Standopados. “Vinimos durante un año, todos los miércoles, nunca ganamos un peso, pero nos la pasamos increíble”, recordó.
“Veníamos por placer, pagábamos el hotel, los gastos, salíamos tablas, nos emborrachábamos mil y reíamos mil, pero de negocio no, todavía no”, indicó el comediante.
