Luego del arresto de Amanda Bynes por manejar bajo la influencia de sustancias, trascendió que la actriz ya no se encuentra bajo custodia de sus padres, quienes ignorarían su paradero.
Además se dio a conocer que la actriz está consumiendo otra vez drogas y dejó de tomar sus medicamentos para la esquizofrenia y bipolaridad.
Su madre negó a principios de este año que Bynes fuera esquizofrénica, pero su conducta el año pasado incluía el hablar sola, escuchar voces y sentirse paranoica.
Los problemas que tuvo con la ley en Estados Unidos por su manera de conducir, e incluso por tratar de provocar un incendio, la dejaron en libertad condicional y bajo el cuidado de sus padres, situación que cambió a principios de este mes, cuando ellos consideraron que la actriz estaba “bien” y no vieron necesario que siguiera bajo su cuidado.
Ahora, según TMZ, los padres de Bynes no saben dónde está y se enteraron del arresto por los medios de comunicación.
Bynes se mudó de la casa de sus padres y según gente cercana a ella, dejó de tomar sus medicinas y fuma grandes cantidades de mariguana.
Además, al momento de ser arrestada se encontraba bajo la influencia del Adderall, un estimulante considerado adictivo.
Toda esta situación significa una violación a los términos de su libertad condicional, por lo que la actriz de 28 años podría enfrentar un nuevo proceso.
Luego de su despegue en el canal Nickelodeon, Bynes tenía una prometedora carrera en Hollywood que fue truncada en 2010, después de su filme Easy A, cuando la actriz comenzó a tener problemas con las autoridades estadounidenses por manejar bajo los influjos del alcohol y algunas sustancias.
En vías de la recuperación
Al igual que Bynes, cantantes y actrices como Lindsay Lohan, Paris Hilton, Britney Spears y Nicole Richie han enfrentado a la justicia por conducir ebrias, sin licencia o por su portación y/o consumo de drogas.
Pero ahora Britney Spears parece haber superado esa etapa gris y actualmente ofrece una temporada de conciertos en Las Vegas, aunque su patrimonio aún está en manos de su padre.
Lo mismo sucede con Nicole Richie, hija del cantante Lionel Richie; después de algunos excesos en su adolescencia y su paso por rehabilitación, se casó con el músico de Good Charlotte, Joel Madden, tuvo dos hijos y encontró la tranquilidad, algo que aún no halla Lindsay Lohan.
