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En los pueblos mesoamericanos era una costumbre decapitar a los enemigos capturados, conservar los cráneos y exhibirlos en una estructura llamada tzompantli (muro, hilera o bandera de cabezas), como una ofrenda para sus dioses.
Sobre esta idea del muro de cabezas, 48 artistas plásticos de reconocimiento nacional e internacional realizaron su propio altar de cráneos, obra que actualmente se exhibe en el Museo de Arte de Arte de Querétaro (MAQRO).
Gabriela Kartofel, historiadora de arte y curadora de Tzompantli, dijo que la creación de esta exposición y su exhibición es un doble juego, “el juego de la vida misma y el de la muerte”.
El título Tzompantli es fuerte, cargado de sentido. "Más aun cuando se descubre que no es sólo uno, sino cuatro tzompantlis insólitos que se presentan al espectador, una exposición única en su género”, escribió en el texto de sala.
La exposición incluye un muro con las piezas intervenidas por los artistas, uno con fotografías de los rostros de los artistas participantes, uno de los detalles de las obras y un cuarto muro de radiografías.
Además se creó un libro, en donde se incluyen las creaciones de los artistas y la descripción sobre el proceso creativo de cada una de las piezas.
En el evento inaugural estuvo presente Laura Corvera Galván, directora del Instituto Queretano de la Cultura y las Artes (IQCA), y Marcela Herbert, directora del Museo de Arte, recinto en donde permanecerá la obra de los 48 creadores hasta el 30 de noviembre.
Herbert recordó que el tzompantli, “era un altar donde se empalaban ante la vista pública las cabezas aún con sangre de los cautivos sacrificados, con el fin de honrar a los dioses” y cómo los artistas contemporáneos han retomado motivos e íconos de este muro de cabezas, como parte de sus producciones artísticas.
Reynaldo Velázquez, Lourdes Almeida, Ernesto Álvarez, Irma Obregón, Lola Izurieta y David Pérez Feregrino, son los artistas que asistieron a la inauguración de Tzompantli, Museo de Arte de Arte de Querétaro.