Entre 1914 y 1915 la ciudad de Querétaro se convirtió en un punto estratégico para villistas y carrancistas. Tras la derrota de Francisco Villa en la batalla de Celaya en 1915, la ciudad se convirtió en sitio de reunión de los jefes carrancistas.
En enero de 1916, Venustiano Carranza se instaló en la ciudad de Querétaro y La Cañada, pueblo del municipio de El Marqués, que se convirtió en su lugar de descanso.
En el libro “Imágenes de la Revolución en Querétaro Memoria de luz”, de la historiadora Guadalupe Zárate, se exhibe una fotografía de Venustiano Carranza y su esposa, acompañados por miembros del gobierno del estado de Querétaro.
La foto pertenece al Fondo Casasola y es un registro de enero de 1916, cuando “Federico Montes le ofreció un banquete en La Cañada. Los jefes carrancistas tuvieron especial predilección por esta población cercana a la capital que se distinguía por sus abundantes huertas”, explica la citada publicación.
El cronista municipal de El Marqués, Gustavo Pérez, quien también resguarda copias de imágenes fotográficas de cuando Carranza visitó La Cañada en enero de 1916, resalta como importante las visitas del político a este pueblo.
Con la instalación del sistema ferroviario al territorio queretano, “encontrándose una estación provisional en el pueblo de La Cañada, la ubicación fue ideal para que Carranza eligiera a este pueblo como su lugar de descanso y diversión, arribando muchas veces por la estación del tren”, explica el cronista.
El militar y político revolucionario acompañado de su ejército, se hospedó en las casas de la calle conocida antiguamente como Abasolo y que hoy en día lleva el nombre de Venustiano Carranza, en honor al constitucionalista.
“Don Venustiano utilizó como despacho provisional una modesta escuela, ya demolida, hacia el extremo sur y del lado poniente en esta calle, para atender algunos de los preparativos sobre la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, promulgada el día 5 de febrero de 1917”, agrega Pérez Lara.
Se tiene el registro de que en La Cañada, Carranza instaló un cuartel general de asuntos militares a espaldas de la llamada Iglesia Chiquita, la construcción religiosa más antigua del estado.