Rabat.— La reciente prohibición en Marruecos de la película estadounidense Exodus, Gods and Kings, que narra la historia de Moisés en Egipto, causó controversia dentro del país e incluso en el seno del gobierno.
Desde la prohibición la semana pasada de esta superproducción bíblica, dirigida por Ridley Scott, varios medios que representan círculos laicos en el país no dejan de mostrar su indignación por la censura, mientras que los círculos religiosos la bendijeron.
La película había obtenido una “licencia de explotación comercial” en un principio antes de que los propietarios de las salas recibieran la orden de retirarla del cartel incluso cuando ya se estaba exhibiendo.
El director del Centro Cinematográfico Marroquí (CCM), Sarim Fasi Fihri, dijo que la Comisión de Visionado —una instancia formada por el CCM, los ministerios de Cultura y de Comunicación, y representantes de distribuidores de películas— aprobó en un primer momento Exodus pero con “reservas” del Ministerio de Comunicación, dirigido por el islamista Mustafa Jalfi.
Tras una segunda reunión de la citada comisión, los miembros de esta instancia decidieron por “unanimidad” prohibir la película al considerar que hace “una representación icónica de Dios”, algo que “no está permitido en las religiones divinas (monoteístas)”, subrayó Fasi Fihri.
La comisión se refería en su argumento a una escena en la que aparece Moisés hablando con un niño vestido de blanco que le transmitía palabras de Dios, y el niño fue interpretado como encarnación divina debido a que cuando Moisés le pregunta sobre su identidad, éste le contesta “soy...” sin terminar su frase.
El director del CCM insistió en que la comisión prohibió Exodus por “encarnar a Dios” y no por otros motivos por los que fue criticado el filme como el “distorsionar hechos históricos” (como sucedió en Egipto) ya que, según él, se trata de una “historia de ciencia y ficción”.
Fasi Fihri añadió que están en contacto con Ridley Scott y la productora estadounidense 20th Century Fox para llegar a una solución que permita emitir la película como cortar la escena polémica.
Para el diario L’Economiste (cercano a círculos laicos) esta censura pone al desnudo “el doble lenguaje marroquí sobre apertura y tolerancia”.
En el lado contrario, el secretario general del Consejo Supremo de Ulemas, Mohamed Yasf, mostró en declaraciones al diario Al Tachdid su apoyo a la prohibición de Exodus, llamó a la necesidad de “respetar a los musulmanes y a su religión”.
El diario Al Masae ofreció la tesis de que la retirada de la película se decidió después de que las autoridades temiesen que su difusión pudiera “incitar a grupos extremistas” a cometer atentados terroristas. EFE